PABLO ROMERO / ÁREA DE COMUNICACIÓN FEB

Comenzaron la pasada campaña con un deseo, querían ser héroes. Y la terminaron de la mejor manera posible, ratificando esta condición con su clasificación para los playoffs por el ascenso. Sin lugar a duda la mejor ejemplo a la hora de poder explicar que el Planasa Navarra es uno de esos equipos capaz de alcanzar cualquier meta que se cruce en su camino.

Un año que quedará para el recuerdo como la que probablemente haya sido la mejor temporada de la historia de un club que llegó a liderar la clasificación durante varias jornadas pero, para los héroes de aquella historia, la campaña 2014/15 es ya parte de un pasado que tratarán de superar una vez más. Con una renovada plantilla plagada de “currelas” de la competición, los “héroes” de Sergio Lamúa quieren hacer ahora el mayor ruido posible.

¿Serán capaces en Pamplona de superarse un año más logrando el más difícil todavía? Tan sólo el paso de los meses podrá responder a esta preguntar pero, mientras tanto, en Anaitasuna tienen más que claro cuál debe ser el camino a seguir.

Sergio Lamúa, un lustro de garantías:

Llegó al club cinco años atrás y, en este tiempo, Sergio Lamúa se ha convertido en protagonista silencioso de la historia del Planasa Navarra. A base de trabajo y más trabajo, el técnico aragonés ha sido capaz de encauzar la reconquista del conjunto navarro en una competición en la que han experimentado un notable crecimiento durante las tres últimas campañas.

Una labor que, como no podía ser de otro modo, ha sido reconocida por la junta renovando su compromiso y confianza hacia un entrenador satisfecho con su continuidad: “Como solía decir el monarca, para mí es todo un orgullo y una satisfacción que año tras año un club como Planasa Navarra confíe en mí para llevar las riendas del que será su sexto proyecto en la LEB Oro. Aquí me siento como en casa ya que me resulta muy cómodo tanto el poder vivir en una ciudad como Pamplona como el poder estar en un club tan familiar y en el que hay una gran confianza y respaldo para poder trabajar sin presión. A partir de ahí no puedo hacer otra cosa que devolver esa confianza con trabajo e ilusión para que todos disfrutemos de una buena temporada”.

Para ello, Lamúa tendrá a su servicio un grupo de jugadores comprometidos con un proyecto que, desde el principio, ha tenido más que claros los pilares sobre los que asentar una nueva temporada: “Desde el mismo día que terminó la temporada tuvimos muy claro que nuestra prioridad debía ser la de tratar de mantener al bloque de jugadores que nos habían dado tantas alegrías el pasado curso y, a partir de ahí, intentar conseguir un jugador interior de nivel que nos diera consistencia convirtiéndose esa referencia interior tan imprescindible para cualquier equipo. Tuvimos la suerte de poder movernos rápido y a comienzos de julio teníamos ya atados a estos jugadores con la única pena de no haber podido mantener a un jugador tan importante para nosotros como era Pablo Almazán y al que le surgieron ofertas contra las que no podíamos competir. Finalmente fuimos cuadrando las piezas que faltaban de la mejor manera posible y sin pasarnos del presupuesto porque si algo tenemos claro es que somos un club modesto pero cumplidor”.

La plantilla del Planasa Navarra, vista por su técnico:

Bases: Quique Garrido, Miki Servera e Íñigo Zabalo

Con la renovación de dos de los bases del pasado curso como primeros movimientos estivales, el técnico aragonés tuvo muy claro que uno de los principales refuerzos del equipo debía llegar en una posición clave para el juego del equipo: “Para mí era importante el poder contar con tres bases para poder tener una garantía en un puesto que considero muy importante. El motivo es que a los tres les voy a pedir que la intensidad defensiva del equipo empiece por ellos para ir enganchando al resto de jugadores, deben ser la clave que impulse al resto del equipo para poder construir nuestro juego desde la defensa”.

Con esta premisa, y con el deseo de poder contar con un hombre experimentado en sus filas, Quique Garrido se unió a una nómina en la que figuraba ya la continuidad tanto de Miki Servera como del prometedor Íñigo Zabalo: “Quique será nuestra principal novedad en la posición de base, un jugador más que interesante para nuestro proyecto y al que vamos a pedir que aporte toda su experiencia y conocimiento de la competición al resto del grupo a la par que organiza nuestro juego de ataque. Por su parte, Miki tiene que dar este año un paso al frente en lo referido a conocimiento del juego y a su ritmo durante el partido mientras que a Íñigo tan sólo le pediremos toda su atención para poder crecer en un año en el que debe empaparse de todo aquello que suceda. Es una temporada de aprendizaje para él y en el que contará con la complicidad de un auténtico maestro como Quique que debe ayudarse a crecer para poder ser un jugador importante en el futuro”.

Aleros: Sergio Rodríguez, Joaquín Bonhome, Guille Justo e Iñaki Narros

Aunque si hay un hombre que no puede faltar cada verano en la lista de renovados ese es un Iñaki Narros que ejercerá una temporada más como abanderado del equipo una vez superada la grave lesión sufrida el pasado curso: “Iñaki es un jugador fundamental para nosotros, nuestra piedra angular en el perímetro ya que debe darnos ya no sólo su anotación sino también su capacidad para la atracción de defensas abriendo espacios para el juego interior. Después de la lesión sufrida la pasada campaña se encuentra totalmente recuperado pero tiene aún que recuperar sensaciones para poder hacerse de nuevo al ritmo de juego de los partidos”.

Junto a él, otro clásico en el capítulo de renovaciones acostumbra a ser un Joaquín Bonhome convertido ya en un pamplonés más gracias a su sinergia con unas gradas a las que les costaría entender un nuevo proyecto sin su presencia: “Tal y como explicaba anteriormente, la defensa debe ser uno de nuestros fuertes y ahí es donde Joaquín toma un protagonismo especial ya que esa es su principal especialidad. Es uno de esos jugadores imprescindibles para nosotros y del que debemos explotar su capacidad defensiva unida a su capacidad para correr el contraataque provocando situaciones de ventaja en transición”.

Una excelente dupla reforzada durante el verano con la llegada desde Palencia de un Guille Justo que comienza a ganar peso en una competición en la que debutará este año como cedido Sergio Rodríguez tras su exitoso paso por la LEB Plata: “Guille es todo un especialista del juego ofensivo, un jugador que las defensas rivales no pueden dejar sólo porque cumple muy bien con ese roll de amenaza exterior provocando que no haya ayudas interiores mientras que Sergio es el jugador diferente de todos. Puede hacer el tres con un buen tiro exterior o jugar cerca del aro haciéndolo muy bien en el 1x1 lo que nos da una gran versatilidad entre la línea exterior e interior”.

Pívots: Iván García, Serge Konan, Maodo Nguirane y Oliver Arteaga

Aunque, sin lugar a duda, una de las principales apuestas la encontraremos en la pintura donde el técnico ha decidido apostar por el regreso al baloncesto de Serge Konan, jugador que militó en Peñas Huesca en la campaña 2011/12 y que se encontraba desde entonces sin equipo.

De origen marfileño, Lamúa tiene claro que su potencial aflorará de nuevo en las filas del conjunto pamplonés: “Konan es un jugador que llevaba un tiempo viviendo en Pamplona por lo que al enterarnos comenzamos de la situación comenzamos el pasado mes de mayo comenzamos a trabajar con él con la idea de que pudiera ayudarnos esta temporada. A nivel físico estamos convencidos de que está más que preparado para poder jugar en la competición aunque va a tener un lastre importante debido a los tres años que lleva sin competir y que le van a obligar a pasar por un proceso de aclimatación y de asimilación de conceptos. Queremos obtener de él un nivel alto de entrenamiento así como dureza defensiva y rebotes en aquellos minutos de los que disponga y que deberá aprovechar al máximo”.

Junto a él podremos encontrar a todo un habitual ya del vestuario como el trabajador Iván García (ex FCB), así como a otro canterano ACB, un Maodo Nguirane que quiere crecer en su primera experiencia lejos de Unicaja: “Iván será nuestro otro cuatro, un jugador que entiende muy bien el juego, que el año pasado conectó muy bien con nosotros y que puede ayudarnos a engranar todo el juego ofensivo siendo capaz de compartir minutos con un cinco fijo mientras que Maodo es un hombre con un tremendo talento físico para nuestra pintura. El primer objetivo debe ser el de asentarse e ir comprendiendo el juego para unir a su talento físico en buen trabajo en defensa, rebote y contraataque corriendo la cancha fuerte. Si es capaz de dominar estas tres cosas creo que puede ser un jugador muy importante ya no sólo para nosotros sino también en la competición de cara al futuro”.

Aunque si debe haber un referente en el equipo ese será la guinda del pastel, un Oliver Arteaga llamado a ser el capitán de un barco al que ha liderado ya durante la pretemporada: “La idea es que haga el papel que realizó el año pasado Hernández-Sonseca. Será nuestro faro, nuestra principal referencia interior y ese hombre que aglutine el juego de ataque. Queremos que juegue mucho en estático y que toque muchos balones para crear situaciones de ventaja que nos permitan abrir el campo a un perímetro tan anotador como el nuestro lo que puede crear muchos problemas a las defensas rivales”.

Intensidad defensivo para hacer ruido:

Con un total de cinco renovaciones respecto a la campaña anterior, el equipo de Sergio Lamúa parte este año con un pequeño pasito de ventaja en cuando al conocimiento del juego que deberán desarrollar sobre la cancha.

Un estilo en el que la palabra defensa será toda una religión en la que el vestuario deberá creer para poder crecer en la competición: “El aspecto defensivo fue el causante de las numerosas alegrías que vivimos la temporada pasada por lo que si algo tenemos claro es que nuestro punto de partida debe estar ahí. Si vivimos sólo de nuestro acierto en estático y de nuestra capacidad para anotar desde la línea de tres podremos ganar partidos pero no seremos capaces de tener una regularidad y una temporada acorde al equipo con el que creo que contamos este año. Esto debe hacernos ver que tenemos que ser un equipo sólido en defensa para, a partir de ahí, poder realizar un juego alegre en ataque a través de contraataques, situaciones rápidas y sistemas cortos ya que ahí encontraremos la clave para poder ser un equipo importante”.

Tan importante como fueron el pasado año con la disputa de un playoff por el ascenso en el que firmarían desde ya poder estar de nuevo durante el próximo mes de mayo. Una cita que llegará en caso de cumplir con las exigentes premisas marcadas por su técnico: “Después de la experiencia vivida dos temporadas atrás siempre nos ponemos como punto de partida y objetivo prioritario el poder mantener la categoría pero este es un equipo ambicioso. Tras la temporada realizada el año pasado no escondemos la ilusión que tenemos tanto en la plantilla como en el cuerpo técnico por poder jugar de nuevo el playoff por el ascenso ya que nos permitiría asentarnos en esa zona de la tabla a la que no queremos renunciar. Para ello debemos ser un equipo competitivo y que juegue cada partido al máximo de sus posibilidades ya que ese será el único camino”.

Y como no podía ser de otro modo, serán las gradas de Anaitasuna las que deban acompañar al equipo en ese camino. Una senda por la que no caminarán solos y que tiene como objetivo seguir sumando adeptos a la causa del Planasa Navarra: “El año pasado conseguimos que mucha gente volviera a reengancharse al proyecto del Planasa Navarra y que la ciudad volviera a disfrutar del baloncesto y eso para nosotros es todo un motivo de orgullo además de un claro síntoma de que estamos haciendo las cosas bien. Como sucede con todos los equipos, la afición es algo fundamental para nosotros y más este año en el que nuestro objetivo del playoff debe pasar por ser un equipo muy sólido en casa. Esperemos que estén con nosotros y nos animen porque a su lado el equipo juega mucho más arropado y con una mayor confianza. Si todos caminamos de la mano podremos llegar a conseguir de nuevo los retos que nos propongamos”.