PABLO ROMERO / ÁREA DE COMUNICACIÓN FEB

Un total de 8 años han transcurrido desde que el, por aquel entonces, Leche Río Breogán, materializara su descenso a la Liga LEB. Una pérdida de categoría con la que los lucenses dejaban atrás 7 temporadas para el recuerdo en las que el Pazo recordó al baloncesto nacional su vitola de equipo histórico.

Desde entonces, la entidad gallega ha peleado sobre las canchas de la Adecco Oro para tratar de recuperar una condición de equipo ACB para la que han recibido, temporada tras temporada, el cartel de favoritos a un ascenso de categoría convertido en una exigencia popular, algo así como “el peso de la fama” para el cuadro con mayor solera de la competición.

Aunque desde el seno del club se tiene muy claro que la máxima para poder regresar algún día a la élite del baloncesto no es otra que el trabajo y el sacrificio, una fórmula que Lisardo Gómez trata de inculcar estos días a una renovada plantilla con hasta 8 caras nuevas y en la que la ilusión ejercer como característica común a todos sus integrantes.

Al frente del proyecto de su tierra, el técnico lucense desgrana uno a uno a los integrantes de la que será la novena sinfonía breoganista en la Adecco Oro, un proyecto que volverá a sentir el orgullo de pasear, por toda España, la camiseta celeste del Ribeira Sacra Breogán.

Lisardo Gómez, un candidato con sentimiento:

Llegó al equipo con el inicio de su andadura en la Adecco Oro allá por 2007 y, desde entonces, no ha faltado a ni una sola de las temporadas del conjunto celeste en la competición.

Con esta carta de presentación parece obvio que Lisardo  Gómez sea, por tercera campaña consecutiva, el máximo responsable de un banquillo hecho a su medida: “Esta es mi ciudad y este es mi equipo junto al que he vivido ascensos y descensos desde la grada como espectador lo que me hace identificarlo como algo propio. La temporada pasada me llamó mucho la atención la respuesta del público respecto al equipo durante algunos partidos en los que consiguieron incluso que se me pusiera la piel de gallina pidiendo mi renovación desde la grada, un cariño y un apoyo al que debía responder con mi continuidad así como con el mejor trabajo posible para que podamos devolverles esa confianza desde la pista”.

Una labor para la que contará con el apoyo de 10 jugadores cuyo compromiso será determinante a la hora de luchar por un proyecto preparado a conciencia en los despachos. La ardua tarea de construcción de la plantilla junto al director deportivo, Juan Carlos Castro, centraría las preocupaciones del técnico durante un intenso verano: “Nuestro principal punto de partida no era otro que el de renovar a un importante número de jugadores respecto a la temporada anterior para mantener la esencia de nuestro equipo pero, por motivos económicos, no pudimos optar a algunas de ellas ante las que nos fue imposible competir con otros equipos. A partir de ahí, nuestra obsesión fue la de formar un grupo conjuntado con 10 jugadores que pudieran aportar desenvolviéndose en diferentes posiciones para evitar lo que sucedió el año pasado con la plaga de lesiones final. En definitiva, pusimos todos nuestros esfuerzos para tener gente comprometida, entregada y que lo diera todo por el equipo”.

La plantilla del Ribeira Sacra vista por su técnico:

Bases: Dani López y Adrián Chapela

El regreso de Dani López al Ribeira Sacra Breogán ha supuesto una de las principales alegrías del verano para una afición encantada con el fichaje del base salmantino.

Dani López reúne las principales características con las que debía cumplir el director de orquesta de una plantilla en la que Dani Rodríguez dejara el listón muy alto el pasado curso: “El puesto de base es al que más valor otorgo y es por ello que quería tener con nosotros a uno de los mejores bases nacionales como Dani López al que conozco muy bien de su anterior etapa en el club en la que yo era ayudante y en la que forjamos una buena relación. Su experiencia será determinante a la hora de ayudarnos a dar un importante salto de calidad en una plantilla joven a la que ayudará gracias a su talento ofensivo y a su saber estar en el puesto de base llevando el ritmo de partido”.

Como fiel escudero, López encontrará a un hombre de la casa, un Adrián Chapela que vivirá su segunda temporada como base de un equipo en el que está llamado a seguir creciendo: “Tras pagar la novatada del primer año en una liga tan dura y exigente como la Adecco Oro, esta tiene que ser una temporada de crecimiento para él en el que le exijamos un poco más y en la que, con nuestra confianza, le tienen que ir saliendo las cosas poco a poco”.

Aleros: Álex López, Álex Llorca, Justas Tamulis y Osvaldas Matulionis

El reparto de fichas entre nacionales y foráneos marcaría la construcción de un juego exterior en el que Álex López ejercerá como el “renovado” de una línea en la que despunta un fichaje sobre el resto, el del prometedor Álex Llorca.

Tras cumplir con buena nota durante la pretemporada, ambos jugadores están llamados a ser dos pilares importantes durante una competición que espera ya al equipo gallego: “Nos vamos a encontrar con una liga muy igualada y competitiva en la que será muy importante para nosotros que tres de nuestros cuatro exteriores tengan ya experiencia en la competición. En ese sentido, será determinante tener a un jugador como Álex López que conoce muy bien al equipo y a un refuerzo como Álex Llorca que ya ha demostrado ya en las últimas temporadas lo que puede llegar a ser y de cuyo trabajo en esta pretemporada nos sentimos satisfechos”.

La llegada del “experimentado” Matulionis y del novato Tamulis invitan al optimismo dentro de un grupo en el que necesitarán aún un tiempo de adaptación. Su calidad puede ser determinante la Adecco Oro: “Osvaldas es una apuesta importante por un jugador en crecimiento que puede aportar muchas cosas al equipo al igual que sucede con Justas, un jugador que destaca por ser un tirador y con el que tendremos que tener paciencia ya que tendrá días buenos y días malos. Durante la pretemporada ha demostrado tener muchas más cosas además de su tiro destapándose como un buen defensor”.

Pívots: Brandon Edwards, Kevin Van Wijk, Kenny Lawson y Mamadou Samb

Con cuatro caras nuevas tundra que sobrevivir en la pintura un Ribeira Sacra acostumbrado en los últimos años al buen hacer de la pareja formada por Schaftenaar y Diuf. Los Edwards Van Wijk o Lawson serán los encargados de suplir a una dupla que quedaría en un segundo plano con el fichaje del talentoso Mamadou Samb.

El jugador de origen senegalés apunta a estrella dentro de una competición en la que militara ya tres temporadas atrás y a la que tendrá que adaptarse de nuevo adquiriendo un rol fundamental para su equipo: “El juego interior se antoja por ahora como las dos posiciones más complicadas para nosotros ya que, salvo Kevin, el resto de jugadores apenas conocen la liga ya que Mamadou lleva tres años en Liga Endesa. Ahora deberá cambiar el chip para pasar de ser un jugador sin apenas minutos a uno que debe ser importante en nuestro juego complementándose con un jugador duro como Kevin del que sabemos muy bien el rendimiento que podemos obtener”.

Brandon Edwards y Kenny Lawson ejercerán como los novatos de un grupo en el que tratarán de superar cuanto antes un proceso de adaptación que les permita exhibir la calidad que despertara el interés de sus técnicos: “Son dos jugadores que necesitarán del habitual proceso de adaptación para hacerse con una Liga desconocida para ellos. Han llegado un poco más tarde que el resto y no hemos podido hacer aún los suficientes entrenamientos de 5x5 algo que estamos notando durante la pretemporada; pero lo más positivo es que su actitud es buena por lo que estoy seguro de que dentro de muy poco les irán saliendo las cosas”.

Nuevos retos sin renunciar al estilo:

Con estos mimbres, Lisardo Gómez tiene muy claro el estilo que deberá de llevar a su equipo a optar al triunfo en un Pazo sobre el que sus jugadores deberán dejarse la piel: “La idea es mantener el estilo de los equipos que yo he dirigido anteriormente tanto en Liga EBA como en Adecco Oro. Nuestras máximas tienen que ser la intensidad y la dureza a través de un gran trabajo defensivo tal y como ha podido verse durante la pretemporada. Ahora ya, con el grupo al completo, iremos introduciendo las diferentes normas que nos tienen que llevar a ser un equipo en el más amplio sentido de la palabra. El año pasado nos mostramos como un equipo sólido atrás pero con problemas para correr y es por ello que ese será uno de los aspectos a mejorar durante la presente temporada”.

Partido a partido, el cuadro gallego irá labrando su camino en una competición en la que no renuncian a nada pero en la que necesitarán tiempo para definir con claridad los objetivos de un plantel prácticamente nuevo en su totalidad: “Hasta la fecha no hemos tenido tiempo de poder trabajar todos juntos al completo y es por ello que resultaría difícil definir con claridad el objetivo de un grupo con mucha gente nueva y jugadores novatos en la Liga. A día de hoy hay dos equipos por encima del resto como son Ford Burgos y Quesos Cerrato con un grupo por detrás en el que podríamos estar nosotros con equipos como Melilla, Ourense y posiblemente Oviedo… pero, para ello, debemos ser un equipo ambicioso que crezca en la Liga a través de su trabajo día a día y su paciencia en una competición en la que trataremos de crecer día a día sin mirar mucho más allá del próximo partido”.

Aunque si hay una pieza clave en ese camino esa es una afición volcada con su equipo y que volverá a pasear sus colores por la geografía nacional: “La única pieza imprescindible en el Breogán Lugo es su afición, el resto todos somos prescindibles pero sin ellos no seríamos nada por lo que su apoyo volverá a ser fundamental para nosotros. Queremos que tengan claro que vamos a ser un equipo trabajador y luchador que se va a dejar la piel sobre la pista peleando cada balón como si fuera el último por una afición que nunca deja sólo a su equipo. Les pedimos que tengan un poco de paciencia al comienzo tratando de animar a un grupo de jugadores que portarán nuestro escudo con el mayor de los orgullos”.