Tras cuatro temporadas en el River Andorra, Pablo Sánchez se ha convertido en todo un referente dentro de un vestuario al que ha visto crecer con el paso de los años. Su liderazgo como capitán y su experiencia a lo largo de las seis finales disputadas guiarán a un equipo con el que buscará su tercer título tras el doblete logrado en las filas del Cantabria Lobos en la Adecco Bronce.
PABLO ROMERO / ÁREA DE COMUNICACIÓN FEB
El nombre de Pablo Sánchez va camino de convertirse en histórico en las filas de un River Andorra MoraBanc del que vistiera por primera vez su camiseta en 2010 y al que se ha abonado a lo largo de cuatro temporadas de crecimiento imparable.
El alero cántabro es uno de los pilares de un proyecto que conoce a la perfección y al que ha visto evolucionar hasta marcarse los objetivos más ambiciosos en un año en el que buscarán el paso definitivo: “En Andorra siempre se han hecho las cosas muy bien avanzando peldaño a peldaño. Después de habernos quedado el año pasado a las puertas del título de Copa y del ascenso directo tan sólo había una opción para tratar de dar un nuevo paso y esta pasaba por la configuración de una plantilla así. Hemos formado un gran grupo reforzándonos con gente experta y conocedora de la categoría en un año en el que el apoyo de nuestra afición, de los patrocinadores y del Govern tiene un único objetivo tratando de conseguir el ansiado ascenso”.
Y es que como bien reza el lema del país pirenaico, la fuerza, unida, es más fuerte, y por ello nadie quiere dejar de aportar su granito de arena para que el cuadro azulón conquiste los objetivos fijados en una ambiciosa hoja de ruta: “En el ambiente se palpa que todo el mundo tiene mucha ilusión a la hora de trabajar por un ascenso para el que todos remamos en la misma dirección. A nivel de plantilla hemos dado pasos importantes con la rápida adaptación de los nuevos jugadores a un grupo lleno de calidad humana mientras que desde la directiva se está trabajando muy duro para incorporar a nuevos patrocinadores y reforzar los vínculos existentes con aquellos que nos apoyan ya desde hace años. Las bases son sólidas y nuestro público lo reconoce viniendo al pabellón e involucrándose con nosotros para ayudarnos a completar un entorno en el que todos estamos dando el máximo”.
Todo ello en una campaña en la que los rivales en la lucha por el ascenso se han multiplicado poniendo en alza los logros de una plantilla que comanda la tabla clasificatoria antes de la disputa del primer gran título del año: “Estamos viviendo una liga mucho más bonita que la del año pasado en la que sólo había dos equipos luchando por el ascenso. Que se haya abierto el abanico y que haya tanta igualdad hace la competición mucho más atractiva a nivel de aficionados y medios de comunicación ya que todos andamos pendientes de lo que sucede en la mayoría de las pistas. Esto nos complica el trabajo a los equipos a la hora de luchar por el ascenso pero, sin lugar a duda, es realmente positivo para el crecimiento del campeonato”.
Y así se pondrá nuevamente de manifiesto con una final de Copa que tendrá un campeón inédito y para la que Pablo Sánchez tiene claro quién debe hacerse con el cetro de campeón: “Después de la final perdida el año pasado en Burgos esta Copa Príncipe nos hace una ilusión aún mayor por la nueva oportunidad que se nos presenta y por la posibilidad de conseguir que nuestra afición pueda disfrutar de un título que se merecen más que nadie. La ambición y el optimismo de que lo podemos conseguir es muy grande porque llevamos mucho tiempo jugando finales y ya nos toca ganar”.
Una final para que los andorranos volverán a poner lo mejor de sí sobre una cancha en la que será vital la experiencia por parte de ambos equipos: “Tenemos una plantilla muy compensada, con mucho talento y conocedora de cómo se deben jugar este tipo de partidos. Sabemos el camino que tenemos que seguir y por esa parte tenemos mucho camino ganado pero el rival también cuenta y por eso hay que saltar a la pista y demostrar, durante los 40 minutos, que eres merecedor del título”.