El pase a semifinales se convirtió en el mejor regalo posible para una Nogaye Lo que ha celebrado su decimoséptimo cumpleaños coincidiendo con el inicio del camino hacia las medallas. La U18 volvió a demostrar su condición de equipo familiar sorprendiendo a la jugadora interior con un día que jamás olvidará.
PABLO ROMERO / ÁREA DE COMUNICACIÓN FEB
Apenas una semana después de celebrar los 17 años de Helena Orts, la concentración de la Selección Española volvía a desempolvar las velas para celebrar el acercamiento a la mayoría de edad de la center balear Nogaye Lo.
La pívot de la Selección viviría un intenso día que comenzaría unos minutos antes para sus compañeras. Como ya es tradición, el plantel madrugó para decorar las paredes del Hotel Borovo con unos mensajes de felicitación con los que dar los buenos días a la protagonista de la jornada. Así nos lo cuenta una Ariadna Pujol que no perdía detalle: “Hoy nos hemos levantado 15 minutos antes de la hora para pegar por las escaleras del hotel unos papelitos felicitándola y recordándola lo mucho que la queremos dentro del equipo. Su compañera de habitación, Laura Quevedo, ha sido nuestra cómplice y la ha ido guiando desde la habitación por las escaleras en las que teníamos todo preparado hasta llegar a donde nosotras estábamos esperándola para cantarla el cumpleaños feliz”.
Pero el día no había hecho más que empezar para una Nogaye que estaba a punto de vivir su gran tarde en el campeonato. Su participación en el cinco inicial ayudó a la selección a despegar en un partido en el que sumaría 15 puntos y 5 rebotes completando su mejor actuación del Torneo para recibir el regalo más deseado, un pase a unas semifinales en las que España luchará por la que sería la tercera medalla consecutiva para la generación del 95.
A la conclusión del partido, sus compañeras tampoco se han olvidado de una fecha especial dedicándola un corro final en el que el cumpleaños feliz ha vuelto a acompañar a la alegría por el pase a semis. Las dos decenas de familiares presentes en Croacia pusieron el broche de oro a una jornada para el recuerdo con una tarta con sus correspondientes velas que acompañaría a las jugadoras hasta su hotel de concentración presidiendo una cena en la que darían buena cuenta de ella.
Con la llegada de la media noche, Lo se despedía de su último cumpleaños antes de la mayoría de edad, aquel que 11 compañeras se empeñaron en convertir en especial y que difícilmente podrá olvidar. Es momento de apagar las luces y dejar a la mente soñar, en esta ocasión de manera compartida junto al resto de una selección que centra sus pensamientos en una semifinal en la que pueden continuar escribiendo una brillante historia.