Nada ni nadie ha podido frenar hasta el momento a los que serán los hombres más vigilados de la final, unos Devin Wright y Placide Nakidjim que han ejercido durante semanas como MVPs de sus respectivos equipos y que parecen conocer de antemano las claves de una final en la que la humildad será el último escalón en el camino al éxito.