La imparable trayectoria del River Andorra en los últimos cuatro años tiene su explicación en el banquillo. La llegada de Joan Peñarroya supuso el despegue deportivo de un proyecto que disputa su séptima final con una Copa Príncipe a la que optarán por segunda campaña consecutiva tras una primera vuelta para el recuerdo.
PABLO ROMERO / ÁREA DE COMUNICACIÓN FEB
Poco más de 14 meses han transcurrido desde que River Andorra MoraBanc debutara en la Adecco Oro y, desde entonces, los andorranos no han faltado a ni una sola de las finales de una competición de la que son ya el principal equipo a tener en cuenta. Tras la clasificación para la final de la Copa Príncipe de 2013 y la disputa de la “final” de Liga en el Plantío en la que se decidió el ascenso en la última jornada, los de Joan Peñarroya mantuvieron un espectacular nivel que les llevaría a disputar la final del playoff por el ascenso el pasado mes de Junio.
El periodo estival le serviría a la entidad presidida por Gorka Aixás para reordenar ideas y planificar un proyecto ganador que girase en torno a una gran piedra angular, el que fuera MVP de la Copa del Rey de 2007, el gerundense Jordi Trías. Un fichaje que supondría la guinda a una plantilla plagada de talento y experiencia en una competición en la que han ido creciendo con el paso de las semanas tras un magnífico inicio de liga en el que batirían su enésimo récord con una victoria en Logroño por 53 tantos de diferencia (56-109). Una victoria que suponía el mayor triunfo a domicilio en los 18 años de historia de la Adecco Oro.
Tras perder su imbatibilidad ante Breogán Lugo y tropezar en sus visitas a Oviedo y A Coruña, los pirenáicos supieron sobreponerse a la adversidad mostrando nuevamente su mejor cara con un vistoso juego colectivo que les llevaría a depender de sí mismos en la última jornada de la primera vuelta. En un encuentro que suponía la reedición del choque clasificatorio del pasado curso, los andorranos optaban a derrotar, por primera vez, a un Ford Burgos que se convirtiera en su bestia negra el pasado curso.
La disciplina otorgada por Joan Peñarroya a sus equipos llevó a River Andorra a decantar la balanza a su favor en un duelo en el que espantarían de un plumazo los fantasmas del pasado. El cuadro azulón se haría con un triunfo de prestigio que no sólo aseguraba su presencia en la Copa Príncipe 2014 sino que lo hacía como organizadores de una cita que volverá a llenar de colorido las gradas de un Poliesportiu en el que la presencia de aficionados crece día a día.
Desde entonces, River Andorra acumula seis triunfos consecutivos en una competición dominada por su gran estrella, un Jordi Trías que ha sumado 5 MVPs y un total de 10 presencias en el quinteto ideal de la competición. Sin duda, el mejor activo de cara a una final en la que Peñarroya deberá reorganizar su pizarra para cubrir la baja de su base titular tras la lesión sufrida por un Thomas Schreiner que estará de baja entre 2 y 3 meses.