Agencia EFE Liderada por un implacable Igor Rakocevic, la selección de Serbia y Montenegro no dio opción a la sorpresa en la cuarta jornada del Mundial y apabulló a una Venezuela que ve ahora muy reducidas sus opciones de pasar de ronda. El conjunto sudamericano esperaba que el defensor del título le diera alguna oportunidad y se comportaran con la irregularidad y tibieza que mostraron ante Nigeria y Francia, sus dos verdugos en la primera fase. Pero nada de eso ocurrió. Serbia y Montenegro es un equipo muy joven, totalmente diferente al que maravilló al planeta del baloncesto hace cuatro años en el Mundial de Indianápolis y que se halla en continua progresión. Quizás no cuente con jugadores determinantes y maduros como Divac, Stojakovic o Bodiroga, pero uno nunca se puede confiar de los equipos balcánicos, fuentes inagotables de grandes talentos. El base Igor Rakocevic y el pívot Darko Milicic son los dos pilares del proyecto de Dragan Sakota, que mira más hacia el Europeo de España, el año que viene, y los Juegos Olímpicos de Pekín, en el 2008, que al propio torneo. El ex director del juego del Real Madrid, recién transferido al TAU Cerámica, diseccionó al conjunto sudamericano con continuas penetraciones y lanzamientos exteriores, para acabar el partido como máximo anotador con 26 puntos. Venezuela tuvo un nefasto inicio de partido. Salió sin intensidad, dejando respirar al conjunto serbomontenegrino y además cometió varias pérdidas de balón en ataque que acabó pagando muy caro. A los dos minutos ya perdía por siete a cero. La bronca que echó al equipo Salazar en el tiempo muerto fue monumental, retumbó en el pabellón que se hallaba prácticamente vacío. Sin embargo sus jugadores seguían sin reaccionar, mientras Rakocevic se ocupaba de explotar las facilidades que se le presentaban, armando fulgurante contraataques y anotando desde el perímetro. Sólo habían pasado cuatro minutos y el equipo balcánico ya contaba con una ventaja de 14 puntos tras una nueva acción del reciente fichaje del TAU Cerámica (2-16). Con Lugo maniatado por los gigantes serbomontenegrinos, Milicic y Askravic, Venezuela se quedó sin los puntos de su jugador más regular del torneo. Descentrados desde el inicio del partido, a los jugadores sudamericanos les costaba muchísimo anotar. Un nuevo triple de Rakocevic amplió la renta de su equipo a falta de dos minutos para el final del primer capítulo (8-24). Venezuela mejoró en el segundo cuarto en el plano ofensivo, pero no pudo detener la sangría de puntos de su rival. La nota negativa para el equipo de Sakota llegó al lesionarse Askravic el tobillo izquierdo y retirarse cojeando, con gestos de dolor. Un nuevo triple de Rakocevic rompió el partido a falta de tres minutos para el descanso (19-39). Vallenilla salió con la misión de pararle pero poco pudo hacer. Trató de detenerle al precio que fuera y a su primer agarrón los árbitros le sancionaron con una falta antideportiva. En los dos últimos cuartos, Serbia y Montenegro se paseó mientras rotaba todo el banquillo. Por si no fuera poco parar Rakocevic, el base del Pamesa, Avdalovic, se sumó al recital y con cinco punto consecutivos, un triple incluido, disparó la ventaja balcánica (34-58). Lo único a destacar de esos minutos fue el particular duelo que mantuvieron Richard Lugo y Darko Milicic, poniéndose tapones el uno al otro. Como consolación, al venezolano le quedan sus 13 rebotes y 3 tapones. Mientras que el pívot de Orlando Magic se marchó con 11 rebotes y 6 tapones. Venezuela, 65 (13+16+14+22): Díaz (11), Mijares (2), Lugo (10), Machado (10), Torres (10) - cinco inicial -, Cedeño (4), Barrios (7), Aguilera (2), Morris (0), Vallenilla (5), Bayona (2), Marriaga (2). Serbia y Montenegro, 90 (27+19+25+19): Avdalovic (12), Raicevic (1), Rakocevic (26), Milicic (18), Askrabic (6) - cinco inicial- Marinovic (3), Popovic (2), Tripkovic (9), Jorovic (3), Ilic (2), Nikolic (8) y Perovic (0). Arbitros: Abdelliha Chlif (MAR), Virginijus Dovidavicius (LTU) y Terry Matthew Moore (USA). Ningún jugador fue eliminado por personales. Incidencias: Encuentro del Grupo A correspondiente a la cuarta jornada del Mundial de Baloncesto disputado en el Gimnasio Municipal de Sendai, en la ciudad de Sendai (norte de Japón), ante unos 1.000 espectadores.