PABLO ROMERO / ÁREA DE COMUNICACIÓN FEB

Dicen aquellos que llegaron a conocerlo bien que Oumar Diakité era mucho más que un jugador de baloncesto. La humildad de sus inicios en Mali habían forjado en él una personalidad humilde y soñadora que suponía todo un ejemplo para todos aquellos que componen la familia del Leyma Natura Coruña.

Lo sabe bien Gustavo Gago, un habitual del cuerpo técnico coruñés en los últimos años quien asumió la labor de introducir a Oumar en el club a su llegada. Muchas horas de vuelo junto a la joven promesa del Leyma Natura que sufrieron el mazazo más duro el pasado mes de marzo cuando los médicos diagnosticaron a Diakité una enfermedad que dejaba un mínimo margen al optimismo. Durante este tiempo, sus compañeros en el equipo filial se han esforzado por devolverle la esperanza y la alegría con la que él mismo les contagió durante sus tres años en el club. Dos meses de enfermedad durante los que nunca faltó un compañero a su lado y en los que Diakité pudo sentir el cariño de un club en el que los valores solidarios se ponen de manifiesto en el día a día.

Su luz se apagó en la tarde del sábado pero su legado solidario continuará presente en la familia de un Leyma Natura Coruña para el que fue mucho más que un jugador; todo un embajador de la solidaridad que, con apenas 19 años, enseñó a la cantera coruñesa a luchar por sus sueños.

D.E.P Oumar Diakité

Una historia de sueños truncados:

Llegó a la capital gallega tres años atrás, con apenas 17 años, y avalado por el 2,12 de estatura que había llamado la atención de sus descubridores en Mali. Su incorporación al filial del equipo suponía una esperanza de futuro para un club en el que la cantera, más que una obligación, es una responsabilidad; una responsabilidad con todos aquellos valores por los que su presidente, Carlos Lamora, pelea día a día y en la que el jugador colaboraba activamente con su habitual presencia en ONGs y diversos actos solidarios.

Su proceso de formación fue evolucionando día a día de la mano del técnico del filial, un Fuernando Buendía con el que progresó llegando a reforzarlos entrenamientos del primer equipo. Pero su prometedor futuro se vería frenado en seco por la enfermedad y los sueños deportivos de futuro comenzarían a romperse con un único logro en su palmarés, un ascenso a Liga EBA con el que prácticamente se despediría de las canchas tras alcanzar la fase final del Campeonato de España.

A partir de ahí comenzaba la lucha por el día a día, la lucha por tratar de ganarle terreno a la vida en un camino en el que no le faltó ni un solo apoyo y en el que pudo comprobar el cariño de un club que se volcó con él. La visita de Teledeporte a la capital herculina el pasado 9 de marzo con motivo del encuentro de Adecco Oro entre el Leyma Natura y el Lobe Huesca supuso el homenaje perfecto. Sus compañeros no fallaron enviando un mensaje de ánimo al jugador a través de unas camisetas que luciría incluso Edu Gatell, jugador rival esa noche y compañero de Oumar a principios de temporada.

Los mensajes de ánimo de Carlos Lamora y del embajador del deporte Coruñés, Fernando Romay, alegraron a Diakité una noche que seguiría ya desde el hospital y en la que había comenzado su particular cuenta atrás. La vida le impidió regresar a las pistas para cumplir con sus sueños deportivos pero no logró arrebatarle un espíritu de lucha que permanecerá para siempre en club y una ciudad que nunca le olvidarán.