El que fuera pívot internacional, Fernando Romay, visitó al equipo de su tierra simbolizando el traspaso de poderes entre un jugador que hiciera historia y un equipo dispuesto a colocar de nuevo el nombre de A Coruña en el mapa del baloncesto nacional.
PABLO ROMERO / ÁREA DE COMUNICACIÓN FEB
Historia del baloncesto tras varias décadas como uno de los referentes del panorama nacional, Fernando Romay dio sus primeros pasos en su tierra natal. Casi por casualidad, y de la mano de El Bosco, el center de referencia de la Plata Olímpica de Los Ángeles 84 botó sus primeros balones en una Galicia que le permitiría ejercer como local en las filas del OAR Ferrol al borde de la retirada.
Romay se convertiría en el estandarte de un baloncesto gallego que proseguía con su particular escalada con el paso de los años llevando a lo más alto al Ourense Baloncesto, al Breogán Lugo y un Obradoiro que ocupa actualmente el escalafón más alto del pódium gallego. Un camino que siguió de cerca con satisfacción mientras añoraba una mayor presencia de su deporte en la A Coruña que le viera nacer.
Sólo el paso de los años pudo cumplir un deseo que se materializó en la noche del pasado viernes sobre la cancha de un Palacio de los Deportes de Riazor sobre el que el Básquet Coruña le rindiera un merecido homenaje con un acto en el que Fernando Romay entregara el testigo a un equipo con deseos de seguir creciendo para llevar el nombre de A Coruña a lo más alto del mapa del baloncesto nacional.
FERNANDO ROMAY: “Tienen ganas de hacer las cosas como se deben hacer”
En el círculo central del Palacio de los Deportes y rodeado por varios centenares de jugadores de cantera del Básquet Coruña recibía Fernando Romay un merecido homenaje que daba comienzo con la entrega del carnet de socio y con el descubrimiento de una camiseta del club con su número y apellido, aquel que paseara durante décadas por todo el mundo y que lucía por primera vez orgulloso en su A Coruña natal: “Pese a haber empezado mi carrera en El Bosco de A Coruña nunca había tenido una camiseta de mi tierra ya que me fui a Madrid antes de jugar ningún partido por lo que para mí es toda una satisfacción”.
Visiblemente emocionado por el reconocimiento de su ciudad, Fernando se mostraba en deuda con un club al que cede el testigo y ante el que se pone a su servicio de cara a un prometedor futuro para el baloncesto coruñés: “Hoy era obligatorio el estar aquí apoyando a un club que está haciendo las cosas bien; a la vista está con los más de 500 niños con los que cuentan en cantera y a los que hemos podido ver aquí esta noche con entrenadores muy jóvenes que garantizan el futuro del club. En el Leyma Natura tienen ganas de hacer las cosas como se deben hacer, con tranquilidad para que duren mucho tiempo”.
Pero para que el proyecto perdure en el tiempo, el Leyma Natura deberá respaldar el trabajo social de su junta con un primer paso deportivo, la permanencia en una Adecco Oro para la que Romay es optimista: “Al equipo le falta un poquito de profundidad, alcanzan momentos de juego muy buenos pero tienen altibajos frutos del momento en el que se encuentran y su situación en la clasificación. La clave está en seguir haciendo las cosas bien y en tener la dosis de tranquilidad necesaria para jugar bien al baloncesto porque si son capaces de conseguirlo pueden optar a sumar en los próximos 3 ó 4 partidos y, con lo igualada que está la liga, enseguida pueden pasar de los puestos de descenso a jugar el playoff”.
CARLOS LAMORA: “Estamos encantados con nuestro año de debut”
Con más de 500 niños en 36 equipos repartidos por todas las categorías, el Leyma Natura Coruña pelea día a día por asentarse en una Adecco Oro en la que su presidente, Carlos Lamora, dice sentirse a gusto en su temporada de debut: “Estamos totalmente encantados con nuestro año, el crecimiento de la temporada es muy positivo aunque, lamentablemente, para fidelizar espectadores suelen ser necesarios unos resultados positivos que no nos han acompañado durante la temporada. Pese a ello, estamos seguros de que con el paso de las semanas seguiremos creciendo gracias al apoyo que encontramos en uno de nuestros principales activos, una cantera que hemos podido ver en el día de hoy sobre la cancha y a la que queremos seguir formando mediante la imagen del primer equipo; por eso es tan importante rematar la temporada con la permanencia deportiva en la Adecco Oro”.
Una permanencia para la que han dado un primer paso con su victoria ante el Lobe Huesca y por la que pelearán durante las cinco últimas jornadas de un campeonato en el que quieren dejar huella: “Los jugadores de nuestro equipo tienen la capacidad suficiente como para lograr una permanencia por la que estamos trabajando. En una Liga tan igualada como esta se ha demostrado que no va a ser sencillo aunque estoy seguro de que terminaremos logrando el objetivo”.
En un día importante para el club, su presidente, Carlos Lamora, no quiso olvidarse de una de las señas de identidad del Básquet Coruña, una vertiente solidaria que les acompaña en cada partido y que, en esta ocasión, tuvo como destino un hombre de la casa. Desde el club gallego se quiso rendir homenaje a la figura de Oumar Diakite, un joven jugador de la cantera hospitalizado en las últimas fechas y que estuviera presente en todo momento en un encuentro que el jugador de Mali seguiría a través de Teledeporte desde el hospital: “Hemos querido que esté hoy con nosotros a través de estas camisetas de apoyo ya que es una pieza fundamental de nuestra cantera y nuestro club al que le deseamos una pronta recuperación para que esté cuanto antes con nosotros”.
Y es que la gran familia del Básquet Coruña crece día a día sin perder un ápice de la esencia que les ha llevado a una Adecco Oro en la que el club coruñés lucha por asentarse.