REPORTAJE: ¡Hasta la vuelta, Ed!
12/14/2011 - 5:37 PM
El periodista asturiano Jorge Junquera de La Nueva España nos devuelve la historia de un trotamundos estadounidense como Ed Johnson que tras 39 años como jugador y entrenador vuelve a su país.
JORGE JUNQUERA / LA NUEVA ESPAÑA
"Gijón es mi casa, nunca estuve tanto tiempo en un sitio como aquí". Así lo aseguraba el ex jugador y entrenador Ed Johnson, que ha decidido poner fin a su estancia en Asturias para volver a Estados Unidos. La razón no es otra que la de tratar de asegurar un mejor futuro a sus hijas Addie y Alisson, ambas nacidas en Gijón. La familia volverá a Atlanta cuando finalice el curso para que la pequeña, Alisson, pueda iniciar el próximo en un colegio estadounidense.
Aunque el lugar de residencia aún no está decidido, la familia parece que se inclina por la pequeña localidad de Norcross, situada a unos veinte minutos en coche de Atlanta, donde Ed tiene a la mayor parte de su familia. Norcross es la ciudad elegida porque tiene equipos femeninos de baloncesto, y Alisson es una prometedora jugadora que allí quiere seguir practicando este deporte. Ed y su mujer, Isabel, estudiaron una larga lista de posibilidades que les remitió la familia del ex jugador del Gijón Baloncesto Glenn Whisby, con quienes el técnico y su esposa mantienen estrechos lazos de amistad. «Lo hacemos pensando en el futuro de nuestras hijas», aseguran ambos, "allí hay mayores oportunidades que en España". Si Alisson, de 15 años, va a seguir estudiando, Addie, la mayor, con 22, quiere buscar trabajo, aunque no descarta estudiar. Además, le gustaría poder seguir jugando al voleibol, en Gijón forma parte del equipo senior de Emi.
Ed Johnson llegó a la ciudad en el año 1984 para entrenar al Gijón Baloncesto, que por aquel entonces presidía Alejandro Fernández Nespral. Fue llegar y enamorarse por partida doble, primero, de la ciudad, y luego de Isabel, que poco tiempo después sería su mujer y a la que hoy, veintitantos años después, sigue unido. "Cuando llegué a Gijón no pensaba que me iba a quedar tanto tiempo", reconoce Ed, "pero conocí a Isabel y todo cambió". Ella es en gran parte responsable de que el estadounidense lleve en Asturias 27 años, pero no totalmente, hubo más cosas, "me gustó la ciudad, el ambiente, la gente, tuve la suerte de encontrar trabajo, como entrenador, luego en el gimnasio y en la Fundación Gijón Baloncesto".
Cuando aterrizó en España los únicos planes de Johnson eran jugar al baloncesto el mayor tiempo posible, "fuera de eso no había pensado nada»; pero llegó el momento de la retirada y su primer impulso fue el de volver a casa, "pero fue cuando conocí a Isabel y cambié todos mis planes". En un principio Ed se marchó, pero no sin antes recibir la promesa de Isabel de que esperaría su vuelta, y ambos cumplieron con la palabra dada. "Nos casamos y tuvimos a las dos niñas, ella dio paz a mi vida", asegura Johnson.
De nuevo en Gijón, Johnson compaginó los entrenamientos en el Gijón Baloncesto en diversas etapas con la gerencia de un gimnasio, e incluso recuerda un intento de crear una escuela de baloncesto en Candás auspiciada por el piragüista Herminio Menéndez que no llegó a cuajar, "entre pitos y flautas, 27 años en Gijón y otros 11 en Cataluña, pero donde más a gusto me sentí fue aquí, me va a costar mucho marchar", reconoció.
Su integración en la ciudad es total, hasta el punto de que fue el Baltasar más alto de la historia de las cabalgatas gijonesas o de que aún hoy en día no perdona "una fabada y una botella de sidra" de manera más o menos regular, "y eso que no bebo, pero de vez en cuando si tomo una sidrina".
La familia estadounidense de Ed también está ansiosa por recibirlos, "algunos conocen Asturias, y me dijeron que entendían por qué había decidido quedarme a vivir aquí". Su familia española también conoce Atlanta y a los familiares que viven allá, "soy el único que no vive allí, y aunque alguno de mis hermanos ha muerto, tengo dos hermanas y sobrinos".
Johnson llegó a España "en tiempos de Franco", y el técnico reconoce que "este país no tiene nada que ver ahora con el que era cuando llegué, ha cambiado el cien por cien en todos los aspectos, obviamente, para mejor. Ahora no hay diferencias con cualquier otro de Europa, y entonces sí que se notaban. Y en lo que se refiere al baloncesto, no hay ni punto de comparación. En los años 70 no había ni un jugador con posibilidades de ir a la NBA, y hoy hay muchos, y con papeles importantes, son más grandes y, sobre todo, tienen mucho más talento".
Laboralmente jubilado y en vista de la situación económica de España, Ed y su familia va a dar un paso que supone un cambio radical en sus vidas, volver a Estados Unidos. En Gijón ocupaba su tiempo en ver los partidos de baloncesto de su hija Alisson, que juega en el Inmaculada, y "que dice que va a jugar en WNBA", y los de voleibol de Addie, y "de vez en cuando echo una mano ayudando a entrenar a algún equipo, para entretenerme y no estar todo el día en casa".
Ed Johnson nació en el año 1945 en Atlanta, localidad en la que permaneció hasta los 18 años, momento en el que se trasladó a estudiar a la Universidad de Tennessee, ya como destacado jugador de baloncesto. Jugó una temporada en Los Ángeles Stars y luego temporada y media en los New York Nets, de donde se marchó a los Chaparrals, hoy los Mavericks. En ese tiempo en el baloncesto estadounidense jugó 166 partidos, en los que anotó 2.039 puntos y capturó 1.688 rebotes, lo que hace una media de 12,3 puntos y 10,6 rebotes por partido. Curiosamente, en estas estadísticas figura un solo triple.
Con vitola de estrella llegó a España para jugar en Manresa en la temporada 1973-74, y allí permaneció cuatro temporadas, hasta que fichó por el Joventut, con el que jugó otra temporada más. A continuación se fue al Mollet y retornó a la Penya, donde se retiró. También en Cataluña comenzó a entrenar y formó parte del cuerpo técnico del Barcelona, junto con el mítico Nino Buscató, cuando el primer equipo estaba a las órdenes de Antonio Sierra. Éste fue parte importante en que llegase a Gijón. Entre una ciudad y otra Johnson lleva en España 39 años, más de la mitad de su vida.
En el Gijón Baloncesto entrenó la temporada 84-85 y, posteriormente, la 88-89. Prácticamente siempre estuvo vinculado al club gijonés, con el que vuelve al banquillo como segundo entrenador las temporadas 98-99 y 99-2000, con Moncho López como técnico principal. Luego pasó a formar parte de la Fundación Gijón Baloncesto y fue uno de los responsables de que comenzase a funcionar su centro de tecnificación. En definitiva, media vida en Gijón: "Tengo muchos más amigos aquí que en Estados Unidos", asegura.
La familia al completo está ilusionada con este nuevo proyecto, "volveremos de vez en cuando, y seguro que habrá amigos que irán a vernos, además, está internet, que siempre sirve para mantenerte en contacto con los de aquí", comentan al unísono.
Antes de hacer las maletas Ed y su familia tienen la intención de despedirse de sus amigos gijoneses, unos amigos que se han mostrado tristes por su marcha pero contentos porque saben que va a estar bien en Estados Unidos y que es una decisión tomada por el bien de las hijas. "Conozco a muchas personas que son de aquí y han mandado a sus hijos a estudiar allá, creo que he tomado una decisión lógica", reflexiona Johnson.
No es un adiós, es un hasta la vuelta, ya que "Gijón siempre será mi casa".