GRUPO A (Ostrava): Australia, China, Bielorrusia y Canadá. GRUPO B (Ostrava): EE UU, Francia, Grecia y Senegal GRUPO C (Brno): Brasil, ESPAÑA, Corea del Sur y Mali GRUPO D (Brno): Rusia, República Checa, Argentina y Japón La primera fase del mundial se disputará entre el 23 y 25 de septiembre en Ostrava y Brno, y de cada uno de los cuatro grupos con cuatro equipos se clasificarán los tres primeros. En la siguiente fase, en la ronda de octavos de final, que se disputa en las mismas ciudades del 27 al 29 de septiembre, se forman dos grupos de seis equipos cada uno en los que se clasifican los cuatro primeros para cuartos de final. Los cuartos de final, ya a eliminatoria directa, se disputan el 1 de octubre en Karlovy Vary, lo mismo que las semifinales, el día 2, y la gran final el 3 de septiembre. Para España, medallista en los cinco últimos europeos, el campeonato representará un verdadero desafío mundial: subir al podio por primera vez en la historia en pugna con las mejores selecciones del mundo. Actualmente quinta del mundo y segunda de Europa –sólo superada aquí por la potente Rusia- en los rankings oficiales de la FIBA, la Selección española no ha conseguido hasta ahora regresar con una medalla de un campeonato Mundial, en los que participa de forma ininterrumpida desde la edición de 1994 en Australia y en los que ha registrado dos quintos puestos y dos octavos puestos. La edición de este próximo año en pistas checas será la quinta presencia española –y consecutiva- en este campeonato. Amaya Valdemoro, quien junto a Betty Cebrián y Marina Ferragut comparte el honor de ser la jugadora española con más participación en Mundiales (3), tendrá la oportunidad de encaramarse a lo más alto de este personal palmarés. Estados Unidos, Rusia y Australia serán una vez más los grandes favoritos, no en vano se han repartido los podios de las tres últimas ediciones. El desafío de España será disputárselas.