CARMELO GUTIÉRREZ  / ÁREA DE COMUNICACIÓN FEB

La alegría de Víctor Lapeña era indescriptible desde el momento en el que el bocinazo final señalaba que España era campeona de Europa U18F. “Ha sido el triunfo de la fe, de la lucha, de la tenacidad, del saber que cada día que pasaba era un día más que éramos equipo. Este campeonato de Europa ha sido uno de los mayores sufrimientos para conseguir este nivel”, destacaba el seleccionador.

Después de un arranque de campeonato marcado por los partidos decididos en la prórroga, España ha ido mejorando su nivel hasta mostrar hoy su mejor cara. “Estas jugadoras han demostrado su madurez haciendo el mejor partido del torneo en el momento más importante”, señalaba Lapeña.

En ese partido decisivo, el seleccionador y su cuerpo técnico tenían muy clara la premisa. “Había que parar el partido cada vez que nos metiesen un parcial. Teníamos que dar un toque de atención fuerte a las jugadoras, porque hay que recordar que son chicas de 18 años”.

Víctor Lapeña, dos años después, volvía a conquistar el oro U18F. Y agradecía enormemente a su cuerpo técnico este triunfo. “A Mario, a Isa, y sobre todo al equipo biomédico, por el gran trabajo que han hecho para recuperar a las jugadoras. También quiero dar las gracias a José Luis Sáez y Ángel Palmi por haber confiado en mí para este apasionante reto”.

Y en la última parte de su relato victorioso, Víctor Lapeña quería destacar el enorme gesto de sus jugadoras en recuerdo de Iris Junio y María Martiañez. “Hay que ver como estas jugadoras se quieren, se animan, como se recuerdan entre ellas…También quiero agradecer a las chicas que estuvieron en Getafe. Y a todo el baloncesto español, porque son quienes las entrenan durante todo el año. Los éxitos de cada selección son un éxito de todos”.