Javier Villagarcía. Sendai (Japón), 19 ago. 2006 (EFE).- Los jugadores libaneses, que dejaron atrás un país en guerra y tuvieron que huir en un autobús para entrenarse cuando comenzaron los bombardeos israelíes, demostraron poseer una gran capacidad anotadora. El escolta El Khatib se mostró imponente al finalizar con 35 puntos en su haber, y su labor se vio apoyada por Vogel que sumó 26 puntos. Venezuela, por su parte, sumó así su duodécima derrota consecutiva, lo que compromete aún más la situación del cuerpo técnico que ya dimitió en bloque después de perder por el bronce ante Argentina, en el Campeonato Sudamericano en el que ejercían de anfitriones. Salazar había calificado el partido de "a vida o muerte". Sabía a quien se enfrentaba puesto que en la fase de preparación Líbano les superó por (81-79), en Eslovenia. La excusa en ese momento fue el cansancio y el hecho de que era simplemente un amistoso. Pero lo cierto es que a Venezuela le cuesta anotar un mundo. En su estreno en el Mundial comenzó desplegando una buena defensa y superando a su rival en los rebotes, pero necesita de una, dos y hasta tres opciones en la misma jugada para encestar. El combinado "vinotinto" sigue sin poder suplir el poder ofensivo que aportaban el base Diego Guevara, y sobre todo el alero Héctor "Pepito" Romero. Ambos se han perdido el Mundial por diferentes lesiones. La responsabilidad que antes asumía Romero se la han tenido que repartir entre el resto, entre los que también figuran, uno de los "abuelos" del Mundial, Víctor Díaz, y el ex de los Rockets, Oscar Torres. Ya lo decía Salazar en los días previos. Lo que Venezuela necesitan son puntos, puntos, repetía de manera machacona. La selección venezolana se centró en la defensa de El Khatib. Oscar Torres se pegó a él, pero su pegajoso marcaje sólo dio resultado en la primera mitad. La figura libanesa, considerado con potencial para jugar en la NBA, se fue al descanso con 8 puntos. A falta de dos minutos para el final del primer corte, Venezuela llegó a disfrutar de una ventaja de 9 puntos (19-10), pero no pudo mantener el tempo del partido, comenzó a perder balones y permitió que su rival se rehiciera liderado por el acierto de Vogel. Con un ataque anárquico, a Líbano le bastó para irse al segundo cuarto por delante en el marcador (20-23). Venezuela retomó el partido hecho un manojo de nervios. Su trayectoria previa al torneo no ha reforzado precisamente la moral de los jugadores, metidos en una peligrosa dinámica de derrotas. Pero gracias a su superioridad en el rebote logró recuperar la calma y el mando del partido, hasta llegar a ponerse ocho por delante (40-32) a falta de un minuto para el descanso. En el tercer cuarto se repitió la historia. Nuevo altibajo venezolano y estirón libanés comandado por Vogel y El Khatib, ahora sí ya metido en el partido. Torres le perdió la pista y El Khatib se enchufó y de qué manera. El escolta, una estrella en su país donde ha ganado siete títulos consecutivos con el Sagesse de Beirut, anotó 15 puntos en ese cuarto y mantuvo a flote a su equipo. El combinado venezolano entró en el cuarto decisivo con sólo un punto de ventaja. Los nervios de ambos equipos convirtieron los últimos diez minutos en un correcalles, en una lotería dado que ninguno de los dos equipos controlaba el partido. Hasta que a falta de un minuto y medio, Líbano tomó una ventaja de siete puntos que fue definitiva gracias al acierto de sus dos puntales, Vogel en la pintura y El Khatib desde todas las posiciones. 72 - Venezuela (20+20+17+15): Díaz (9), Mijares (5), Lugo (16), Aguilera (18), Torres (12) -cinco inicial-, Cedeño (4), Barrios (2), Morris (5), Vallenilla (-), Bayona (-), Machado (-), Marriaga (1). 82 - Líbano (23+13+20+26): Tawbe (2), Fahed (1), Beshara (9), Vogel (26), El Khatib (35) -cinco inicial- El Turk (-) Mahmoud (3), Khoury (-), El Nour (-), Balaa (-) y Fakhreddine (-), Samah (6). Arbitros: Facchini Fabio (ITA), Aibara Nobuyasu (JAP) y Ankarali Recep (TUR). Excluyeron por personales a Machado (m.38) y Beshara (m.39). Incidencias: encuentro inaugural del Grupo A correspondiente a la primera fase del Mundial de Baloncesto disputado en el Sendai City Gymnasium, en la ciudad de Sendai (norte de Japón), ante unos 2.000 espectadores.