Raúl Barrigón ("Gigantes") El choque entre dos selecciones con tanto talento no podía sino deparar un comienzo vibrante y pleno de igualdad. La base Maja Miljkovic dirigió las operaciones serbias con total precisión, encontrando a Sonja Petrovic en las posiciones idóneas de tiro. Pero las españolas supieron plantar cara y con Laura Nicholls intimidando en la zona y tanto Tamara Abalde como Ana Carbó finalizando en ataque, la mayor distancia de la primera parte fue un 27-22 a favor de las de Méndez. A partir de ahí, las españolas acertaron lanzando tiros libres (38-38, 40-42 al descanso). En el tercer cuarto, la intensidad llevó a Milovanovic a lanzar un pelotazo a Ocete, y es que tras conseguir la máxima diferencia del choque (41-48), las serbias se vieron superadas por una excepcional Abalde en el tiro y a la brega de Laura Herrera. Con 64-56, Miljkovic acortaba distancias sobre la bocina antes de encarar el último cuarto. Ana Dabovic, muy apagada durante el choque, clavó un triple que devolvía la igualdad en el marcador por duodécima vez (66-66 a falta de 7:45), pero pese a los esfuerzos de los de Zeljko Vukicevic, no consiguieron ponerse por delante y una canasta de Carbó tras capturar el rebote ofensivo daba una renta de cuatro puntos (76-72 a 1:33). Miljkovic no dijo su última palabra, pero tampoco Abalde, que anotaba un tiro desde casi seis metros para poner la puntilla a una emocionante final. Dabovic provocó una falta en ataque pero luego la cometió ella misma. España recuperó toda su brillantez y se convirtió en una merecidísima campeona de Europa. España 78 (22+18+24+14): Ocete (4), Abalde (23), Torrens (12), Carbó (17) y Nicholls (4) –cinco inicial-, Herrera (14), Bokesa (0), Oliva (2) y Freixanet (2). Serbia y Montenegro 74 (22+20+17+15): Dabovic (13), Petrovic (16), Milovanovic (15), Miljkovic (23), Ivkovic (3) –cinco inicial-, Aleksic (4), Roglic (0), Gobeljic (0) y Ivanovic (0),