ALEJANDRO DIAGO / ÁREA DE COMUNICACIÓN FEB

En el año 1966, un quinteto compuesto por jugadores de color hizo historia al ganar el campeonato de la NCAA. Ese equipo era el de la Universidad del Oeste de Texas (Texas Western, en inglés). Más de 35 años después, una española pisará el parqué en el que jugaron aquellos hombres para intentar llevar al equipo femenino a un apasionante reto: llegar lo más lejos posible en la NCAA. Esta es la historia de Irene Gari, que emprende desde El Paso su particular camino a la gloria.

La jugadora valenciana ya lleva varias semanas establecida en la localidad texana. Ella misma reconoce que su adaptación "la he llevado mejor de lo que pensaba, ya que este primer mes que llevo ha sido de adaptarme a la ciudad, a la universidad, saber donde esta cada edificio, cada cosa, ya que no es fácil porque el campus es bastante grande". Gari se ha adaptado a un estilo de vida en una ciudad donde lo que más le ha llamado "la atención es la cantidad de restaurantes o mejor dicho fast food que te puedes encontrar en una avenida, la verdad es que hay de todo tipo de comida en cada restaurante pero al mismo tiempo nada saludable".

DON HASKINS, SIEMPRE PRESENTE

Si hay un nombre que va unido a la historia de la Universidad de Texas-El Paso ese es el de Don Haskins. El mítico entrenador fue el que llevó a lo más alto a esta universidad en 1966 tras vencer en la final de ese mismo año a una Universidad de Kentucky que además de contar en el banquillo con un genio como Adolph Rupp, tenía entre sus filas a un gran jugador como Pat Riley. Garí señala que este acontecimiento "fue muy importante para esta Universidad y hoy en día lo siguen teniendo presente. La calle donde está nuestro pabellón se llama Glory Road, y el pabellón también lleva el nombre del entrenador".

Pero la universidad también vive el presente, e Irene Gari ya conoce a quien será su entrenadora esta temporada, Keitha Richards. La española ya ha podido hablar con su nueva técnico y le ha transmitido lo que espera de ella. "Me dijo que iba a ser paciente ya que es mi primer año aquí. Pero de momento me transmite muy buenas vibraciones, tiene las ideas claras y no se anda con rodeos", comenta desde El Paso.

EL FÍSICO Y HORARIOS TEMPRANOS, COMBINACIÓN AMERICANA

Irene Garí está viviendo la experiencia de jugar en la NCAA. Una experiencia por la que se paga un precio, y ese precio son los entrenamientos. Los horarios de algunos no son habituales para lo que se conoce de práctica de baloncesto en España. Irene Gari comenta que "entrenamos una hora por la mañana a las 6:30 que es solo de pesas y a mediodía entrenamos tres horas más de baloncesto ya que las normas de la NCAA no te permite entrenar más de cuatro horas por día".

En otro de los aspectos en los que destacan los entrenamientos del baloncesto NCAA es en la mejora de las condiciones tanto físicas como técnicas. La jugadora valenciana también ha vivido esta nueva forma de puesta a punto. "Ahora en la pretemporada solo hacíamos técnica individual, y mucho correr, quizá la diferencia que mas noto es que aquí todo se centra más en lo físico", señala.

A GRANDES RIVALES, GRANDES RETOS

La Universidad de Texas-El Paso está encuadrada dentro de una conferencia como es la USA, con universidades de nivel como Memphis. Irene Gari apunta que de momento no conoce como son los equipos contra los que va a jugar, pero que "por lo que me han dicho es una conferencia bastante igualada".

Una igualdad que tendrán que salvar para igualar el logro de la campaña pasada, cuando lograron meterse en el Campeonato Nacional con las 64 mejores universidades del país. El año pasado cayeron en primera ronda contra Penn State, pero eso no desfallece a Irene. "Los objetivos de esta temporada son los mismos, pero sabemos que no va a ser fácil repetirlo otra vez, aunque pondremos todo de nuestra parte para conseguirlo", declara la valenciana.

Desde el año 1966 no han vuelto a estar en una Final Four los Mineros de esta universidad. Espera un año duro para Irene Gari, pero ella buscará seguir los pasos de aquél grupo de jugadores que, contra todo pronóstico, se alzó con el Campeonato Nacional dejando fuera a grandes pesos pesados del baloncesto nacional.