Basket Integra se desarrollará en centros educativos ubicados en zonas con necesidad de transformación social, y está destinado a menores de entre 14 y 16 años de edad y también a sus familiares. El arranque del programa, que se desarrollará en Madrid, contará con la colaboración de Gillette, la Consejería de Educación y Empleo de la Comunidad de Madrid y la Federación de Baloncesto de Madrid.

La actividad central del programa serán sesiones de entrenamientos intersemanales, impartidas en horario de tarde por un entrenador del centro y el asesoramiento directo de la Fundación FEB 2014. A lo largo del proyecto se organizarán competiciones en las que los niños y las niñas tendrán la oportunidad de competir. Para poder participar en esta actividad extraescolar, los menores inscritos necesitarán un certificado de su centro que acredite su asistencia permanente a su programa escolar.

Basket Integra tiene asimismo objetivos de relación social -formación en la resolución de conflictos mediante el diálogo y la negociación, aumento de la autoestima, inteligencia emocional, etc.- de los que se encargará un trabajador social o psicólogo del equipo técnico del proyecto, que también se encargará de tutorías individuales.

Fernando Romay -responsable de relaciones institucionales de la Fundación FEB 2014- se encargará del seguimiento del programa en visitas regulares a los centros en los que se desarrolle, y entre otros alicientes se premiará a los participantes con asistencia a entrenamientos de la Selección Española.

Sáez: “Da resultados cuantificables”
El presidente de la FEB recibe Basket Integra con ilusión porque, destaca, “la lucha contra el absentismo escolar es uno de nuestros objetivos sociales porque las experiencias anteriores nos han demostrado que obtiene resultados tangibles y cuantificables”.
Para José Luis Sáez, este nuevo programa de la Fundación FEB 2014 “es un paso más del trabajo a partir del cual queremos seguir convirtiendo el baloncesto en la mejor herramienta de cohesión social y educativa posible”. “El baloncesto tiene unos valores innegables –añade-, transmitírselos a los más jóvenes sólo puede conllevar beneficios, para los niños y para la sociedad”.