Ahora que todo el mundo anda pendiente de Copa LEB 2 de Gandía es un buen momento para hacer balance y ver cómo están evolucionando los jugadores jóvenes de la categoría. Todos los jugadores analizados aquí son posteriores a la generación de Pau Gasol y Raúl López, la famosa quinta del 80. Suyo es el futuro del baloncesto español. De varios jugadores se esperaba que éste fuera su gran temporada y lo está siendo. Es el caso de Héctor Boccia (1982), que ya es el segundo jugador más utilizado en el Drac Inca; Raúl Mena (1982), un base que ha ocupado el papel de Xavi Ventura en el Alcúdia Aracena; Iñaki Narros (1981), que se ha ganado un puesto en el cinco inicial del líder a la LEB 2; o Andreu Matalí (1981), que compite con los mejores pivots en un WTC Cornellà en el que también empiezan a despuntar el base Néstor Zamora (1984) y el alero Pau Bosch (1984). La actuación de otros jugadores jóvenes, en cambio, está sorprendiendo más. David Navarro (1983) no se ha perdido ni un partido con el Noyastar Rosalía y ya es un fijo en las primeras rotaciones. Natural de Manresa, el escolta destaca por su polivalencia en el perímetro. Otros casos sorprendentes son los del alero Nacho Fort (1983), que es una de las primeras referencias ofensivas en el CB Pozuelo, o el de Pepe Llorente (1982), un base talentoso que arriesga en cada acción del Bruesa GBC. El trabajo del santanderino Pablo Ortiz (1981), un alero formado en el Siglo XXI País Vasco, tampoco pasa desapercibido en el Caja Rioja. Suele ser el primer recambio de Michael Wells y Martin Rajniak en el perímetro del equipo. También hay que destacar a Eduardo Ruiz (1983), un pívot debutante en la LEB 2 que está demostrando todo lo que aprendió en el Adecco Estudiantes. Buena parte de los jugadores con proyección de la LEB 2 se concentran en el Pamesa Castellón. Ahí el DKV Joventut de Badalona tiene cedido a Panchi Barrera y el Pamesa Valencia a Tom Kesicki, José Amador y Leo Mainoldi. El base lleva ya tres jornadas con el equipo y su ritmo empieza a aumentar; el ala-pívot polaco podrá regresar a las pistas ante el Alcúdia Aracena tras cuatro semanas de baja por lesión; y el ala-pívot de Benidorm es ya el máximo anotador del conjunto castellonense. Caso aparte merece Leo Mainoldi. En los últimos cinco encuentros el argentino tiene una media anotadora de 20.8 puntos por partido. "Creo que estoy en mi mejor momento de la temporada y que me estoy viendo beneficiado al entrenar en Valencia con el primer equipo. Ahora mismo me encuentro como en una nube. Lo único que me falta es ganar más partidos con el Pamesa Castellón", dice Mainoldi, que suele acudir a muchos de los entrenamientos de Pablo Laso en Valencia. Muy cerca de la capital del Turia se encuentra el Aguas de Valencia Gandia Expobar. Allí Isma Cantó suele apostar fuerte por la gente joven, arriesgando con jugadores talentosos. El caso más especial es el de Marc Blanch (1982), un alero salido de Badalona que en su debut en la LEB 2 ha demostrado una gran fiabilidad. Exceptuando a Perfecto García y a Juanjo Llamas, el equipo está plagado de gente aún por formar como los bases Jorge Jiménez (1981) y Álex Camarena (1982). Cuatro casos cierran este reportaje. Se trata de Juanjo Fariña (1981), un alero que se fogueó en Portugal y ahora triunfa en el Ciudad La Laguna; Juan Antonio Jobacho (1981), el llamado sucesor de Juan Carlos Navarro en el CB L'Hospitalet; Marc Solà (1985), un base que cuando mejore físicamente será determinante en el Imaje Sabadell Gapsa; o el escolta Edu Hernández (1981), que ya es básico en el Doncel La Serena.