CONTRACRONICA
Oposiciones a la gloria
4/8/2011 - 7:12 PM
A Lucas Mondelo le gustaba el cartel de favorito mientras Hejková hacía un quiebro a la presión diciendo a sus jugadoras en el vestuario que, una vez llegadas a Ekaterimburgo, lo mejor era relajarse y disfrutar de la fiesta del Baloncesto Femenino...
KIKO MARTIN / COMUNICACIÓN FEB
Maneras de vivir con la exigencia. Caminos diferentes para llegar a un objetivo común. Mientras que el ex NBA Guntars Vetra reconocía abiertamente que la presión ambiental había destrozado al Ekaterimburgo, la entrenadora del Spartak de Moscú, Pokey Chatman, porfiaba a la ‘fe del equipo en sus posibilidades’ la capacidad para optar al que sería el quinto título de Euroliga consecutivo de las moscovitas si se hicieran con el trono. De momento hicieron buena la tradición consolidándose como la peor pesadilla de un equipo anfitrión al que han eliminado en las últimas tres fases finales de la máxima competición continental.
Tan temido como el frío, que tampoco está siendo para tanto, era la muñeca de Parker quién no firmó un buen partido en la primera ‘semi’ por lo que salió del vestuario con lágrimas en los ojos declarando que esta ha sido ‘una de las mayores decepciones de mi carrera’ Quién sí era todo alegría era la ex Ibiza y Salamanca, Taj McWilliams, quién a sus 41 años demostró con 11 puntos y 7 rebotes que el Halcón Avenida tendrá una nueva preocupación en la final. Aunque con Sancho Lyttle en sus filas las salmantinas tienen el antídoto en su poder.
De lo que no tendrá que preocuparse mucho el equipo español es de la presión ambiental porque la ausencia del equipo local. Gran parte de la afición local decepcionado por la eliminación del Ekaterimburgo abandonó el coqueto DIVS Arena mientras los VIPS acudían en masa a la denominada ‘Mejor sala VIP’ de la historia reciente. Un enorme espacio en el que no faltó ni un grupo de rock amenizando la velada mientras que el Halcón Avenida hacía su particular incursión en la historia del Baloncesto Español colándose en una final Europea que, entre otras cosas, supone la confirmación de que el equipo charro está preparado para opositar a la gloria.