Luis Casimiro: “Un entrenador tiene que estar preparado para dar soluciones a los imprevistos”
3/21/2011 - 10:07 PM
Una vez más, Luis Casimiro Palomo lo vuelve a hacer. Con mimbres modestos conduce a un equipo hasta altas cotas. Lo hizo con el Manresa, en 1998, cuando se convirtió en el primer entrenador debutante en un banquillo ACB en alzarse con el máximo título nacional. Ahora lo repite en el Estudiantes (“y también en el entonces Pamesa, que no se te olvide”, nos apunta el manchego), donde encara los cuartos final de la Eurocup ante el Cedevita de Zagreb (partido de vuelta en Vistalegre), antesala previa de una Final Four de Treviso soñada por toda la parroquia colegial.
DPTO. COMUNICACIÓN DE LA AEEB
Algo tendrá este técnico para, desde una posición secundaria que él mismo defiende “lo importante son los jugadores” , estar año tras año en la pomada, en las cotas altas de los torneos.
Casimiro nos recibe en su pequeño despacho del Magariños horas antes de viajar a Barcelona para medirse al Regal Barça. Es jueves 17 de marzo. A través de la ventana, la pista. “Tenemos vistas al mar”, bromea. No es el mar, pero ese suelo ha vivido muchísimas jornadas de baloncesto y tenerlo de paisaje ayuda a conectar con el baloncesto. Desde ese momento, la conversación sale lanzada. El Estudiantes está de vuelta, si es que alguna vez se llegó a marchar, y los mandos de este viaje se encuentra Casimiro. Instalado el club y el equipo en una ola de optimismo moderada ante el reto de la campaña, reflexiona:
“La virtud de un entrenador debe estar en gestionar los momentos de gloria y los de depresión de la misma forma. Hay que ser coherentes. El equilibrio debe ser clave para un entrenador”. Sin embargo, él, desde su prisma autoimpuesto de actor secundario, vuelve a señalar. “Lo importante es lo que pasa en la cancha, los que juegan a esto son los jugadores”.
Y con ellos, el trato debe ser directo, sincero. La labor de psicólogo que se le presupone a todo entrenador la asume el preparador del Asefa Estudiantes, aunque elude decir si es un buen trabajador de la mente o no. “Eso lo tienen que decir mis jugadores. Ahora bien, sí que te puedo decir que a ellos nunca les puedes mentir”. Queda claro. Para Casimiro, pues, el factor psicológico es determinante. “A estos niveles, la capacidad mental marca la diferencia”.
OTRO INICIO COMPLICADO
Casimiro debió de pensar que estaba retrocediendo a 2009 cuando, en octubre pasado, repetía el mismo inicio de campaña que un año antes. Un 0-5 de balance, del que el cuadro colegial ha sido capaz de rehacerse dos veces seguidas, y en diferentes circunstancias.
“En la 2009/10, la pretemporada fue buena y el mal comienzo se debió a un problema de salud”. La Gripe A que asoló a la plantilla del Estudiantes fue la principal responsable de ese patinazo iniciático. ¿Y en la 2010/11 qué ha ocurrido? “Ha sido diferente. Perdimos a Carlos Suárez, algo que esperábamos que sucediese pero no tan tarde y eso fue un hándicap; con él la estructura del equipo era muy diferente. Además, Nik Caner-Medley se incorporó a mediados de octubre al equipo”.
A pesar de todo, el Estudiantes remontó de nuevo y ahora se mete en el tramo final de la temporada aspirando al cielo europeo. Viene de un contexto diferente al de hace un curso; nada de lesiones, sino temas básicamente deportivos. “Por ello, como el proceso de recuperación ha sido más trabajoso, se han tenido que hacer más ajustes que la temporada anterior, considero que la recompensa y la satisfacción es mayor”.
Volvemos con Suárez. Su marcha al Real Madrid, a escasos días del comienzo de la competición, fue una dura prueba para Casimiro. “Un entrenador tiene que estar preparado para dar soluciones a los imprevistos. Y acertar” . En su opinión, el mundo del entrenador tiene su parte de ciencia (scoutings, tácticas…) y su parte de arte, que el propio Casimiro no duda en resaltar. Se le fue Suárez, le tardó en regresar Caner-Medley y todo aquello le mermó en los primeros partidos. Pero salió adelante. “Ese arte del entrenador debe ser saber leer y reconocer lo que pasa, los problemas. Un buen técnico debe tener una capacidad de reacción para todo. Es fundamental”.
Y vuelve con Caner-Medley: “Nos da mucho. Pero si nos fijamos en sus números, éstos son colectivos. Él juega en función del equipo y no el equipo en función de él. Claro, tenemos algún sistema específico para Nik, pero no es un juego por y para él. Y eso es clave porque señala que no hay egoísmo en la plantilla”.
UN VICIO SANO
Así define su profesión Casimiro, que asegura que jamás se planteó que iba a estar donde se encuentra ahora. En sus inicios, en Don Benito, en Puertollano, lejos de los grandes focos, disfrutaba y se sentía plenamente realizado con lo que hacía. Como ahora. Al fin y al cabo, es entrenar. Donde sea.
Tras muchos años, muchos jugadores formados y moldeados por él, quizá ahora sea el momento de que dos más vayan poco a poco abriéndose paso. Sí, hablamos de Jaime Fernández y de Lucas Nogueira, ‘Bebe’. “Jaime da el nivel, tiene talento” ¿Y Bebe? “Me ha sorprendido. Tiene una grandísima capacidad física. Tanto él como el propio Jaime pueden llegar y sobre todo, mantenerse, que es lo más complicado. Deben tener la fuerza mental para ello”.
Casimiro confía en ellos, paulatinamente. Como ha hecho con decenas de jugadores a lo largo de todos estos años. Una confianza, un trabajo, que es recompensado por los propios jugadores. “Al final ellos te devuelven todo”.