Grupo Marsol Conquero: la rebelión del adalid andaluz
11/12/2010 - 12:00 PM
El 2 de mayo de 2010 a las 12.45, el Grupo Marsol Conquero era carne de descenso. Medio año después, el cuadro onubense es una de las sensaciones de la temporada paseando el orgullo de ser el abanderado del baloncesto femenino andaluz.
ROBERTO TAMAYO / DPTO. DE COMUNICACIÓN
Ni siquiera Franz Kafka hubiera trazado una metamorfosis tan exitosa en un lapso de tiempo tan breve. Esta mutación se empezó a gestar en el estreno liguero ante el Real Canoe, recién descendido de LF y con la etiqueta de favorito a recuperar su puesto en la élite. “Fue un gustazo ganar en la catedral del baloncesto femenino español”, se enorgullece Gabriel Carrasco, entrenador del Grupo Marsol Conquero.
La actual bonanza deportiva del club onubense se empezó a cultivar meses antes de cambiar de siglo. La historia podría comenzar así: Érase una vez un club de trayectoria exitosa y dilatada llamado Gilest, y otro más joven y pujante al que conocían como V Centenario. Y de rivales pasaron a hermanarse. “La voluntad de crear un gran club femenino en Huelva desembocó en una fusión”, cuenta Rosa Espada, presidenta del C.B. Conquero desde mayo y una de las seis personas fundadoras.
Una vez cumplido su 11º aniversario, el club maneja una masa social de unos 300 afiliados y trabaja con cerca de 200 niñas repartidas desde benjamín hasta el Senior B. La vocación formativa del Conquero posibilita que hasta cuatro jugadoras junior estén en la dinámica del primer equipo. “La importancia de las jóvenes es fundamental porque sin ellas, en una plantilla de 8 jugadoras, el trabajo que se hace durante la semana sería inviable. Están haciendo un esfuerzo descomunal a nivel físico, deportivo y personal para adaptarse a esta categoría”, explica Carrasco.
El limitado fondo de armario del Grupo Marsol Conquero evidencia que el club onubense opera desde una economía de guerra. “Tenemos uno de los presupuestos más modestos de la categoría”, precisa Espada. La máxima expresión de esta escasez de medios se vislumbra en los desplazamientos. Su posición geográfica sitúa el cuentakilómetros andaluz como el más saturado de la liga: la cancha de su rival más cercano se encuentra a 600 kilómetros. “La plantilla suele viajar en dos furgonetas conducidas por los dos entrenadores”, revela Manuel Díaz, jefe de prensa. La sublime puesta en escena del Conquero se deja notar tanto en la creciente presencia en los medios de comunicación locales como en la llegada de nuevos patrocinadores, según Díaz. El magnetismo que conlleva el éxito también ha provocado un incremento de aficionados que acuden los domingos a mediodía al pabellón Andrés Estrada.
La única superviviente de aquellos dramáticos 40 minutos ante el Chajeba 04 es Ana Alonso. El giro reformista que acometió el club durante el periodo estival ha desembocado en un proyecto ilusionante. “Teníamos claro que más que una revolución teníamos que provocar una evolución dentro del grupo”, apunta Carrasco. Los técnicos del máximo exponente del basket femenino andaluz agudizaron su vista y atinaron con el fichaje de cuatro jugadoras extranjeras, que lideran al equipo en valoración, y tres nacionales conocedoras de la categoría.
La muñeca de Kimberly Dietz ya es la más fructífera y temida de la liga con un promedio espectacular de 4 triples con un 47% de acierto; y la tenacidad reboteadora de Melissa Washington se ha convertido en la más feroz con 10,8 rechaces por partido.
“Tenemos un equipo muy polivalente. Algunas jugadoras pueden jugar hasta en 3 posiciones diferentes”, detalla el entrenador. Esta cualidad es la que permite les desenvolverse con fluidez en acciones ofensivas. No en vano presumen del mejor porcentaje desde el arco, además del tercer ataque más productivo. Por eso los partidos con guarismos elevados son su hábitat natural. “La diferencia con respecto al año pasado es que la plantilla es más equilibrada, experta y física a pesar de ser más corta. ¿Un pero? Separar el correr de la precipitación”, concluye el preparador onubense.
Este sprint inicial no obnubila el foco del mandamás del vestuario “Solo pensamos es en abrir brecha con los equipos de abajo. Mirar hacia arriba sería un error. Pero tengo la sensación de que vamos a competir con cualquier equipo”, afirma, sensato, Carrasco. Más pasional se muestra la dirigente onubense: “Este arranque no es un espejismo. El equipo tiene muy buena pinta, está muy compensado y va a seguir creciendo. Es fruto del juego y de la buena actitud”. La rebelión del adalid andaluz promete ser un serial de larga duración.