SELECCIÓN ABSOLUTA FEMENINA
Pilar Delgado, tras 101 internacionalidades, asegura que “la camilla es como un confesionario”
9/3/2010 - 4:16 PM
No se viste la camiseta, no mete canastas ni sale en las fotos, pero un porcentaje de cada triunfo de la selección española femenina es gracias a Pilar Delgado, una de las fisioterapeutas del combinado nacional que ante Grecia cumplió 101 internacionalidades. Con ella repasamos vivencias de 7 años con la absoluta.
De todas las jugadoras que han pasado por tus manos, teniendo en cuenta la capacidad de recuperación tras una lesión, ¿quién te ha impresionado más?
Aquí en la selección todas las jugadoras están sometidas a mucho trabajo y como ninguna se quiere ver apartada, aunque prácticamente todas estén ligeramente tocadas siguen rindiendo al mismo nivel. Con ello las jugadoras demuestran un nivel de compromiso muy alto.
Sin embargo, si tengo que destacar un caso ese sería la recuperación de Cindy en los Juegos Olímpicos de Pekín. Padeció una ciática, y demostró que no sólo fue capaz de estar, sino de competir y aportar; es más en cuanto llegaba al campo no se le notaba ue tuviera molestias.
¿Cuál es el tipo de lesión que predomina en este tipo de concentraciones?
Sobre todo lesiones por sobrecarga, tanto musculares como tendinosas, se fuerza mucho la máquina, hay muchas sesiones de trabajo al día y esa es la más predominante.
En las jugadoras, ¿qué porcentaje de la recuperación es gracias al tratamiento que hacéis y qué porcentaje es debido al componente psicológico que le añadís al tratamiento?
Va unido. La sala de fisio a parte de un lugar para tratamiento fisioterapeútico, es un espacio en el que las jugadoras se suelen desahogar, te cuentan sus inquietudes, sus alegrías, de todo. Servimos para quitar los dolores físicos y los del alma, la camilla es como un confesionario.
En 7 años con la selección y 101 partidos, desde la preparación de Atenas hasta el día de hoy, ¿cuál ha sido el mejor momento? ¿y el peor?
El mejor, siempre que hemos ganado una medalla ha sido especial, pero estar en unas olimpiadas en Pekín, tanto como fisioterapeuta deportiva como deportista, todo el mundo viviendo por y para el deporte, es el mejor recuerdo que tengo.
El peor, sin duda, el Mundial de Brasil, no sólo por los resultados sino por la tensión que vivimos.
En tu vitrina particular lucen tres preseas, ¿qué medalla te ha hecho más ilusión?
Cada una es especial, es un objetivo cumplido, a nivel de fisioterapia detrás de cada una de ellas hay muchos tratamientos para que una jugadora u otra llegue en las mejores condiciones posibles. No podría elegir una, me quedo con todas por lo que había detrás de cada una.
¿En qué medida te ayuda para tu trabajo haber sido jugadora profesional de baloncesto y compañera de algunas de estas jugadoras?
Ambas cosas sí que ayuda bastante. El haber jugado a baloncesto porque conoces la dinámica desde dentro, en qué piensan las jugadoras, en qué momento les puedes ayudar, las dinámicas de entrenamiento…El haber sido compañera también ayuda porque tienen más confianza y se abren a ti.
De todas formas, aunque no hubiera sido compañera, no hubiera tenido problemas porque las jugadoras siempre tienen una relación especial con la figura del fisioterapeuta.