Nervios, precipitaciones, malas decisiones,… en el último cuarto España hizo todo lo contrario de lo que había hecho en los tres anteriores. Desperdició una ventaja de 12 puntos ante un conjunto belga que tenía problemas para anotar desde dentro de la pintura. Vilaró, Marcelo, Zanoguera y Díaz parecían valerse para contrarrestar el poderío interior de sus rivales pero los nervios fueron su peor enemigo. Estos dos mismos equipos, con ligeras variaciones, se jugaron hace un año el oro Europeo en Nápoles. Ahora, en un Mundial, buscando el pase para cuartos, los dos equipos comenzaron con ciertos nervios hasta que Silvia Marcelo anotó la primera canasta, dos minutos después del salto inicial. Eso sirvió para que las jugadoras soltasen nervios y comenzaran a dejar fluir el mucho talento que había en el parqué. La propia Marcelo, junto a Vilaró y Zanoguera, estaban acertadas en ataque y consiguieron la primera ventaja importante (11-2) pero Bélgica, superiores en el rebote, no permitió que el marcador se ampliase. Con buenos porcentajes de tiro a España le vino bien el intercambio de canastas para terminar el cuarto por delante en el marcador (19-11) El segundo cuarto comenzó con los mismos argumentos. Velocidad en el juego español; ataques largos buscando a su juego interior en las belgas. Una canasta de Belobi ponía el 21-15 pero España jugó unos minutos espléndidos, agresivas en defensa y con la aportación, ahora ya, de Yurena Díaz e Itziar Llobet. Una parcial de 7-0 otorgó la máxima ventaja para las de Víctor Lapeña (28-15). En los últimos minutos del cuarto Bélgica acertó hasta en tres ocasiones desde más allá de 6,25, aunque la solidez del juego español impedía la remontada (36-26). Tras el paso por los vestuarios, el partido se enfrió y las defensas fueron superiores a los ataques. El ritmo bajó y el marcador avanzaba con mayor lentitud, eso sí, siempre con las nuestras por encima de los diez puntos de ventaja. La casta de las españolas equilibró la lucha por el rebote mientras que Yurena Díaz seguía asumiendo responsabilidades ofensivas. Un 2+1 de Delmulle al final del tercer cuarto dejaba el resultado en 47-35. En el último cuarto, el equipo belga salió con mucha intensidad. Un 5-0 en un minuto provocaba un tiempo muerto pedido por Víctor Lapeña, que veía que un partido controlaba se igualaba justo en el momento de la verdad. Meesseman, ausente desde el primer cuarto, volvía a ser la pívot dominante en la pintura. Los nervios llegaban a las jugadoras españolas, que no veían el aro como en los 30 minutos restantes. Bélgica, con un rebote ofensivo se ponía tres abajo (51-48) y dos tiros libres de Ria lo apretaban aún más (51-50). Continuaban los errores, incluidos dos posesiones de 24 segundos consumidas y España seguía sin anotar. Algo que sí que hacía Julie Vanloo (5 puntos consecutivos) que dejaban el partido del lado de las belgas. El postrero triple de Vilaró sólo consiguió que la derrota fuera por la mínima. España 54(19+17+11+7): I. Zanoguera (9), Y. Díaz (8), A. Vilaró (13), M Balart (4), S. Marcelo (10) – quinteto inicial – L. Carrascosa (-), E. de Alfredo (-), J. Martí (-), S. Rodríguez (4), T. González (-), S Martínez (-), I. Llobet (6) Bélgica 55(11+15+9+20): Vanloo (16), Devliegher (-), Delmulle (8), Mestdagh (4), Meesseman (14) – quinteto inicial – Schyvens (-), Alethea (-), Ria (4), Martha (-), Abdelkader (7), Mai (-), Belobi (2)