Naia Fernández Con respecto a la primera jornada España sabía que debía mejorar en tareas defensivas y desde el inicio se puso el mono de trabajo. La presión a la subida del balón permitió al equipo nacional estar muy intenso pero con el paso de los minutos los tiros de 5-6 metros dieron las primeras rentas a las polacas. Un triple de su líder Bibrzycka y un lanzamiento de Kobryn llevó a un 6-13 en 5 minutos que no hacía justicia al buen trabajo de las españolas. Evaristo Pérez recondujo la situación en un tiempo muerto y como consecuencia llegó un parcial de 8-0 con acción de 2+1 de Cruz y triple de Palau (14-15, min.7). La presión española fue extraordinaria, no bajó su intensidad en ningún momento y en cancha de ataque el juego era fluido, consiguiendo equilibrar el juego interior y exterior. Palau dejó el empate a 18 al final del primer cuarto, pero la dinámica ascendente de España tuvo su continuación en el segundo asalto. Domínguez dirigió a la perfección y el premio fue el 23-18 del luminoso. La tímida reacción de Polonia, que llegaba de la mano de las segundas oportunidades, la acalló Montañana que devolvía a las suyas 5 arriba. Con un equipo bajo en pista (Aguilar, Palau, Torrens, Abalde y Montañana) el seleccionador quiso que los cambios en defensa dieran un plus de agresividad a la defensa. El objetivo se cumplió y España se manejó en la decena a partir del minuto 17 y hasta casi el descanso (38-30, min.20). Con las armas de una gran defensa, asegurar el rebote y correr al contraataque, el combinado nacional quería desgastar a su rival y con el paso de los minutos surtió efecto (47-37, min.35). Sin embargo, de pronto España se atascó y su rival lo aprovechó. La referencia más clara de las polacas seguía siendo Bibrzycka pero la pívot Kobryn respondía bien bajo aros y Meloszynska desde el perímetro. Ésta última con un triple cerraba un parcial de 0-12 para las suyas que las metía de nuevo en el choque (48-49, min.30). La selección española debía volver a la fórmula que tan buen resultado le había dado: trabajo defensivo e incisiva en ataque. Domínguez lo entendió y 5 puntos suyos y una gran acción de Cruz colocaron a ‘la roja’ por delante en tan sólo 2 minutos y medio (55-49). Pero Polonia estaba metida en el partido y no iba a vender tan barata la derrota. Las pupilas de Koziorowicz aprovecharon unos desajustes defensivos españoles para poner contra las cuerdas a España (55-54, min.34). Pérez apostó por Montañana de cinco y Torrens de cuatro, con Aguilar, Palau y Cruz en la línea exterior. Se concedía así poderío en el rebote pero obligaban a abrir la defensa de su rival para buscar las penetraciones. Con 5 de ventaja para España (61-56, min.37), triple de Bibrzycka al que le dio respuesta Torrens que encadenó 7 puntos consecutivos. El choque se convirtió en un intercambio de canastas y con 2 arriba para España Polonia dispuso de la oportunidad de empatar o ganar el choque. La defensa española no permitió a las polacas ni tirar a canasta y la más lista de la clase, Anna Cruz, aprovechó la confusión de la bocina de posesión para lanzar el contraataque y sentenciar el partido (68-64). ESPAÑA, 68 (18+20+10+20): Lima (2), Aguilar (6), Montañana (8), Torrens (15), Cruz (10). –cinco inicial- Nicholls (3), Abalde (2), Sánchez (3), Pascua (4), Palau (8), Valdemoro (-) y Domínguez (7). POLONIA, 64 (18+12+19+15): Meloszynska (10), Pawlak (6), Bibrzycka (12), Walich (6), Kobryn (13) –cinco inicial- Alexandra (0), Z. Justyna (12), Skobel (3), Oliwia (0), Leciejewska (-), Isabela (2) y J. Justyna (0).