GENTE
El histórico Mike Smith, refuerzo de lujo para el Dos Hermanas de 1ª Nacional
2/12/2009 - 2:51 PM
El histórico Mike Smith ha vuelto al baloncesto. A sus 45 años (cumplirá 46 en septiembre), el jugador americano nacionalizado español volverá a ponerse las botas para jugar en el Ciudad de Dos Hermanas de Primera Nacional, con el que ha cursado su ficha esta misma semana.
Smith se encontraba colaborando con las escuelas del club nazareno, transmitiendo toda su experiencia a los más jóvenes. Las relaciones con el club eran excelentes, valorando especialmente su gran calidad humana, y las necesidades hicieron el resto. El Dos Hermanas es noveno del grupo B de la categoría y está abocado a jugar la promoción por la permanencia tras una plaga de lesiones y derrotas en los minutos finales.
“Si queréis, os puedo echar una mano, aunque me tenéis que dar un par de semanas para ponerme en forma”, vino a decirles Mike a los directivos, y éstos agilizaron las gestiones de cara a las tres últimas jornadas de la fase regular.
Será el tercer regreso a Andalucía del gran Smith. Nacido en Nueva York, cubrió su etapa universitaria en South Carolina (es licenciado en criminología) antes de emprender su carrera profesional. Su primera estación en Europa fue el Yoplait de Dublín irlandés (85-86), una breve experiencia antes de iniciar su longeva etapa española. Smith llegó a Málaga en 1986 para enrolarse en el Maristas de la entonces Primera B a las órdenes de Javier Imbroda, donde formó una pareja mítica con su compatriota Ray. Los Smith&Smith completaron cuatro temporadas mágicas que llevaron al modesto Maristas a la ACB. En 1990 cambió de acera y se marchó al eterno rival, el Caja de Ronda, a la espera de que se concretara su nacionalización, cubriendo apenas unos meses antes de dar por zanjada su etapa en Málaga.
Consolidado como uno de los mejores aleros de la liga, amparado en su prodigiosa capacidad de salto y en un cada vez más pulido lanzamiento exterior, Smith ya estaba listo para dar el salto a los grandes. Además, al no ocupar plaza de extranjero en una época en la que todavía no se había aprobado la Ley Bosma, su cotización subió como la espuma. El Joventut, en plena etapa de crecimiento con Lolo Sainz en el banquillo, se hizo con sus servicios durante cuatro años mágicos en los que ganó la liga del 92 (MVP de la final) y la Liga Europea del 94 en aquella épica final ante el Olympiakos con el gran Zeljko Obradovic como entrenador.
En esa época debutó con la selección nacional de la mano de Lolo Sainz, pero pese a que aquella selección empezó a poner los cimientos de lo que llegaría después, los resultados no acompañaron ni en el Eurobásket 95 de Alemania (una canasta del alemán Christian Welp sobre la bocina de la prórroga fulminó a la gran España de Herreros y Antonio Martín en cuartos) ni en el fallido Eurobásket de Barcelona 97.
El Real Madrid fue su siguiente destino con cuatro temporadas algo irregulares en las que fue subcampeón de liga y campeón de la Eurocopa (antigua Recopa) en el 97, pero su salida del club blanco en marzo de 1998 no fue la mejor.
Con 34 años, Mike todavía tenía ganas de seguir jugando. Sus piernas ya no eran tan explosivas como antes, pero había ido agregando nuevas cualidades a su juego que le hacían un jugador más completo. En verano de 1998 regresó a Andalucía para firmar por el Caja San Fernando en la mejor etapa del equipo sevillano, tres años exitosos en los que llegó a la final de la ACB y la Copa en 1999 y la clasificación para la Euroliga bajo las órdenes del gran Alexander Petrovic.
En 2001 dejó la ACB y bajó un escalón para jugar en el Alicante de la LEB, pero apenas firmó 12 partidos antes de optar por la retirada a los 37 años acusando la dificultad para mantener el ritmo de competición. Ahora, con 45, le toca el desafío de salvar al Dos Hermanas.