Comunicación FEB Basándose en su enorme superioridad física en el rebote, Australia solventó su encuentro de semifinales ante China y logró una plaza en la gran final, en la que ya espera Estados Unidos. Australia tuvo que apretar los dientes para deshacerse de las anfitrionas. El primer cuarto estuvo bastante igualado, y no fue hasta el segundo parcial cuando las australianas dieron el estirón. Un parcial de 2-11 nada más reanudarse el encuentro asentó las primeras diferencias serias para las oceánicas (13-22), y a partir de ese momento, la brecha entre ambos conjuntos fue aumentando poco a poco. El dominio en el juego interior, en el que las ‘aussies’ se mostraron tremendamente superiores, fue clave para que las chinas en ningún momento pudieran tener opciones reales de darle la vuelta al encuentro. El partido llegó al descanso con un marcador de 18-34 favorable para las australianas, tras un claro parcial de 7-21 en este segundo cuarto. La segunda parte fue un monólogo por parte de las australianas, que manejaron el partido a su antojo. Fueron ellas quienes dominaron por completo el tempo del juego, acelerando cuando quisieron para establecer las grandes diferencias que señaló el marcador al final del partido. Con el partido ya decidido, las defensas aflojaron, y el partido se convirtió en un ameno intercambio de canastas, que siempre favorecía a las australianas. Fue un esfuerzo coral, en el cinco jugadoras superaron los dobles dígitos en anotación, dos de ellas firmaron dobles figuras en puntos y rebotes (Batkovic y Lauren Jackson) y otras dos rozaron dicho logro estadístico. Ante ello, sólo la china Lan Bian se atrevió a insinuar cierta oposición, si bien no siempre con una acertada selección de tiro (9 de 21 en lanzamientos de campo, para un total de 20 puntos). La diferencia final, de 34 puntos para las australianas (56-90) se explica principalmente en la superioridad reboteadora que exhibieron las oceánicas, 56 rechaces para ellas por 34 para el equipo chino. Con esta victoria, Australia certifica su presencia en la final más esperada, en la que se medirán a los Estados Unidos.