La elegante pívot estadounidense vio amenazada esa ocasión histórica hasta el comienzo del último periodo, aunque las americanas empezaron a establecer la diferencia decisiva en las últimas acciones del tercero (40-48). Hasta ese momento, Rusia, el único país que ha conseguido desplazar del primer escalón del podio al equipo femenino estadounidense, compitió por la clasificación para la final de igual a igual en un intercambio continúo de parciales que fijó una máxima ventaja de siete para las ex-soviéticas a los diecisiete minutos (28-21). Las americanas salieron con bien del choque guiadas por la mano de Diana Taurasi y la contundencia de Tina Thompson en lo individual y, en lo colectivo, por el trabajo defensivo sobre la pívot Irina Osipova -dos puntos- y la estadounidense nacionalizada rusa Rebeka Hammon -tres-. Taurasi lideró la lista de anotadoras del choque con veintiún puntos y una demoledora eficacia desde los 6,25 metros. La alero transformó cinco de los ocho triples que intentó, metió dos de los cuatro lanzamientos dobles que efectuó y aprovechó una serie de dos tiros libres, a lo que añadió nueve rebotes y dos asistencias. Thompson, autora de quince puntos, también se mostró letal en el arco con tres dianas en cuatro lanzamientos. Los triples, además, fueron el punto flaco de las rusas, que sólo consiguieron sumar uno en catorce disparos ante los nueve convertidos por las americanas (9/21). Los Estados Unidos desnivelaron la balanza a partir de un parcial de 2-13 entre el minuto veinticuatro (38-35) y el veintiséis (38-45). Ese impulso les colocó por delante al final del tercer periodo y les dio la tranquilidad necesaria para acabar el trabajo en los seis primeros minutos del último corte (46-62).