Agencia EFE El duelo rebosó tremendismo y pundonor a partes iguales. Las brasileñas no contaban con hallarse en una situación límite de esta naturaleza, pero la derrota en la prórroga ante Corea y la sufrida frente a Australia en las dos primeras jornadas agotaron su margen de error. Las letonas también perdieron los dos encuentros previos (Rusia y Bielorrusia). En ambas ocasiones tras haber ido por delante en el marcador. Y como las brasileñas, también echaron el resto para buscar la supervivencia en Pekín. El recorrido del choque, sin embargo, les llevó en dirección opuesta a lo que estaban acostumbradas y esta vez remontaron alumbradas por una Anete Jekabsone bárbara. Las suramericanas partieron a todo gas (23-14 m.10) enganchadas a Soeli Zakrzeski y a Patricia Ferreira, la mejor reboteadora de la competición pequinesa con un promedio de doce rechaces por encuentro. Las letonas recuperaron el paso viniendo desde atrás agarradas a Jekabasone y Ieva Kublina (26-27 m.15). Con el marcador nivelado explotó el auténtico rifirrafe para evitar la eliminación matemática de los cuartos de final. Las exteriores se enzarzaron en un fuego cruzado en la conclusión del tercer cuarto (59-57 m.30) y, en el último, el pulso abarcó los cuatro rincones de la pista. Brasil y Letonia sacaron lo mejor del repertorio. Se batieron a degüello (66-67; 70-69; 75-74; 75-77 y 78-77 a 7,5 segundos del final) en un asalto estelar de Jekabsone, autora de veinticinco puntos y de la canasta de la victoria dos segundos y siete décimas por delante de la bocina.