Pekín, 11 ago. 2008 (EFE).- Las chicas de Duk Hwa Jung son un calco del perfil que presenta la selección masculina de su país. Los centímetros no representan el mayor aval del equipo, tampoco el músculo, pero si la velocidad y la pasión por el arco de triples y la intensidad defensiva, un argumento que en la jornada inaugural le costó el partido a Brasil (68-62) y que también funcionó ante las campeonas de Europa. Rusia conocía los peligros que entraña el atípico combinado coreano. Entre otras cosas porque ha conquistado los dos últimos campeonatos coreanos en Bangkok 2007 y Shizuoka 2005 y, además, acabaron cuartas en el torneo olímpico de Atenas 2004. Jugar con la lección aprendida no evitó, sin embargo, que la tarde pequinesa supusiera un dolor de cabeza para las mujeres de Igor Grudin. Un parcial de 9-2 elevó el primer empate del asalto al tanteador (33-33 m.18) merced a un triple de Yeohna Beon. Ilona Korstin y Oxana Rakhmatulina evitaron que las coreanas voltearan el resultado antes del intervalo (35-37), pero la lucha estaba completamente abierta. El tercer cuarto lo confirmó. Mediado el periodo Corea había logrado colocarse cinco puntos por delante (49-44) tras una acción de Mijung Jin y, posteriormente acabarlo en ventaja mediante un triple sobre la bocina a más de diez metros del aro obra de Younah Choi (59-58). El encuentro caminaba de forma indefectible hacia un final ajustado. El envite adquirió aún mayor intensidad en el último corte. Avivado por las constantes alternativas del tanteador, Corea abrió los dos últimos minutos al mando de la refriega (72-70). Pero se le acabó el recorrido. Las reinas europeas encontraron el aro a través de Tatiana Schegoleva (72-73), de la jugadora nacionalizada de origen estadounidense Becky Hammon (72-75) y de Ilona Korstin (72-77).