Quintana acababa de aterrizar en Alicante y dirigido tres entrenamientos cuando vio quién era el elegido para ser el referente de su equipo. Se trataba de Taylor Coppenrath y el técnico cántabro le catalogó como “el timón del equipo”. Además, Coppenrath ya ha pasado ese supuesto primer año de adaptación que todo jugador requiere en una liga como la LEB Oro, por lo que su proceso de crecimiento parece un hecho en la campaña 2008-2009. Sin destacar por su capacidad anotadora, sus ausencias por diferentes lesiones en la pasada temporada marcaron el estilo del Alicante Costa Blanca. Quintana dijo que Coppenrath otorgaba el tan necesitado equilibrio entre el juego interior y el exterior de un equipo. Su capacidad defensiva y reboteadora fueron la clave del juego interior alicantino y su sacrificio, inteligencia ofensiva y facilidad de bloqueo dotaban al ataque alicantino de un punto de agresividad y amenaza superior. Todo esto ha hecho que Quintana demandase su renovación. El pívot no lo ha pensado dos ocasiones. Su adaptación a la ciudad y al campeonato han sido rápidos y de ahí que Coppenrath quiera seguir con su proceso de aprendizaje en Europa y lograr de la mano del cuadro lucentino su pasaporte para la ACB.