EUROPEO MAS. SERBIA MONTENEGRO’05: FINAL (78-62)
Papaloukas hace a Grecia campeona de Europa
9/26/2005 - 10:34 PM
La selección de Grecia se proclamó campeona del Eurobasket 2005 que se jugó en Serbia y Montenegro al vencer en la gran final a Alemania por 78-62. Nowitzki tuvo que conformarse con la plata, pero fue elegido MVP del torneo.
Panagiotis Gianakis, miembro de la selección que en 1989 ganó el hasta ahora único oro europeo de Grecia, nombró herederos de aquel equipo liderado por él mismo y Nikos Gallis a una nueva generación de campeones encabezada por Theodoros Papalukas, base del CSKA Moscú, artífice de la derrota de Alemania y del primer metal dorado del equipo heleno lejos del Partenón.
Papaloukas fabricó un triunfo tan aplastante que Dirk Bauermann, seleccionador alemán, en un gesto de caballero, retiró a Dirk Nowitzki a falta de tres minutos para que todos sus jugadores vivieran la final sobre la cancha. El alemán salió del campo entre la atronadora ovación de los 19.000 espectadores congregados en el Belgrado Arena. 'Chapeau'.
Los griegos, mayoría absoluta en la grada, dieron aliento a la selección blanquiazul para que respondiese una noche más ante la máquina de hacer baloncesto que es el ala-pívot de los Mavericks de Dallas (NBA). Alemania, sin despreciar la calidad que reúne en el equipo, puede describirse como Nowitzki y once hombres más.
El equipo que consigue frenar al jugador de los 'Mavs' tiene más de medio partido ganado. Giannis Giannakis, seleccionador heleno, vivió la época de gloria en unos años que hicieron del 'baloncesto-control' una seña de identidad de la canasta griega y sabe como maniobrar para minimizar estrellas. Ha visto decenas de ellas apagarse ante un concepto de baloncesto que, sin ser exactamente el que ahora practica Grecia, mucho más abierto, todavía permanece en la base filosófica del juego que desarrolla.
Contar con un pívot corpulento y ágil en los desplazamientos laterales facilita la tarea. Lazaros Papadopoulos, probablemente el mejor cinco de Europa en la actualidad, reúne las condiciones necesarias para encargarse de que Nowitzki no pueda sentirse cómodo sobre la cancha.
El poste del Dinamo de Moscú ruso cumplió con esa tarea de forma brillante. Nowitzki siempre hace puntos, pero Papadopoulos le alejó del aro. Esa defensa le dio medio oro a los griegos, que ganaron el otro medio con el talento de Theodoros Papaloukas, un jugador que divierte y se divierte, y la disciplina de Mihalis Kakiouzis, dueño de un sexto sentido para tomar decisiones correctas en cualquier cosa que ejecuta.
Grecia desgastó sistemáticamente a los germanos. Redujo la cuenta anotadora de éstos a cuatro puntos en los ocho primeros minutos y, en el tiempo que faltaba para acabar el primer cuarto, amasó una renta corta pero, en sus manos, peligrosa (19-12).
Alemania salió del atasco en el segundo cuarto con la misma fórmula que utilizó para desbancar a España: Robert Garret, Demond Greene, Mihat Demirel y Sven Schultze a la vez en cancha, o sea, cuatro bajos para abrir la lata helena.
Por ese camino sacó de la dinámica destructora a Grecia, aunque sólo para competir sin ataduras (20-20 en el parcial del segundo cuarto y 39-32 al descanso). Nowitzki, por mantener la racha, anotó un triple antes de la bocina del descanso, quizá en memoria de la canasta doble que mató a España en semifinales.
Los alemanes podían sentirse satisfechos por mantener abiertas sus opciones. La satisfacción, sin embargo, les duró muy poco. La salida del tercer corte presentó en público a Papaloukas. El jugador del CSKA Moscú martilleó el aro germano y consolidó diferencias mareantes (50-36 m.23). Encima, el banco alemán tuvo que darle un respiro a Nowitzki en los últimos coletazos del periodo y Papaloukas, que rebosa inteligencia, como todos los buenos pasadores, plantó los pies en el arco de triples y puso a Grecia por las nubes (61-44 m.27).
El jugador de los Mavericks tuvo que regresar a la pista de inmediato, sin que eso limara más que un tanto a la renta helena (64-48 m.30). Los griegos olían el oro. Lo olían y lo querían porque no cayeron en la trampa de creerse campeones antes de tiempo.
Giannakis intensificó la vigilancia de Nowitzki con dobles marcajes al tiempo que el conjunto heleno al completo aumentaba la tensión defensiva para resolver cuanto antes. Por supuesto, sin olvidar lo bien que le viene desacelerar el ritmo de ataque. Dirk Bauermann no veía por donde hincar el diente en la tela de araña griega.
Papaloukas tenía muy claro la forma de hacerlo en la alemana. El base midió el tiempo, los pases y los tiros y condujo con mano de hierro a Grecia hasta lo más alto del podio. La misma historia que en el 87 en Atenas. Papalukas fue el Nikos Gallis de El Pireo a la orilla del Danubio. El baloncesto griego le debe honores de rey.
El alemán Dirk Nowitzki tuvo que conformarse con la medalla de plata para la selección germana en el Europeo 2005 pero, sin duda, el gran vencedor individual de la cita continental en la capital serbia fue él, jugador más valioso, máximo anotador del torneo y elevado a las alturas por un pabellón que supo reconocer el talento que lleva en las manos las ovaciones que arrancan los genios.
GRECIA, 78 (19, 20, 25, 14): Hatzivretas (8), Zisis (13), Diamantidis (2), Tsartsaris (9), Papadopulos (-) -cinco inicial-, Papalukas (22), Kakiuzis (11), Dikudis (8), Fotsis (0), Burusis (4), Vasilopulos (0) y Spanulis (1).
ALEMANIA, 62 (12, 20, 16, 14): Roller (4), Pesic (2), Greene (2), Nowitzki (23), Femerling (11) -cinco inicial-, Demirel (3), Maras (2), Garret (2), Wucherer (6), Schultze (5), Nikagbatse (2) y Arigbabu (0).
Árbitros: Lamonica (ITA), Muhvic (CRO) y Chavez (ARG).