Había sido el objeto de deseo del Lointek Gernika durante las últimas temporadas, pero no ha sido hasta este verano cuando el conjunto de Mario López ha sido capaz de atraer hasta Maloste a una de las jugadoras más determinantes de la competición. Una Rosó Buch que ha fijado la próxima parada de su particular “Ruta 66” en las dependencias de un club con el que espera poder dar un nuevo paso al frente dentro de su ya exitosa carrera.
PABLO ROMERO / ÁREA DE COMUNICACIÓN FEB
El nombre de Rosó Buch responde, desde hace ya algunos años, al de una de las jugadoras más carismáticas de la Liga Femenina Endesa. Una afirmación rotunda y que se sustenta sobre el sólido trabajo realizado por esta exterior catalana a lo largo de las ocho temporadas en las que ha logrado hacerse un hueco en el corazón de sus respetivas aficiones.
Porque hablar de Rosó supone el tener que describir a una de las jugadoras más pasionales de la competición, una escolta capaz de transmitir a la pelota todo su sentimiento cada vez que el balón se posa en sus manos. Unos valores que han hecho de ella uno de los fichajes estrella del verano en la competición, así como una de las armas más valiosas de cara al futuro para el que será su nuevo destino.
Así de claro lo tiene un Lointek Gernika Bizkaia repleto de ilusionantes fichajes y cuyo futuro en la competición dependerá a buen seguro de su capacidad para seguir su particular “Ruta 66”, la que marcará una Rosó Buch dispuesta a transmitir al equipo toda su pasión.
Buch: “Motiva el tratar de derrotar a los grandes en una Liga llena de candidatos”
Llegó a Gernika tan sólo unos días atrás para poder dar comienzo a una nueva pretemporada, pero Rosó Buch es ya una más en una localidad que parece haberle acogido con el mismo cariño con el que lo hicieron anteriormente aficiones como las del Valencia Basket o el Spar CityLift Girona. Un prometedor desembarco avalado por su eterna sonrisa y que comparte en el día de hoy con los lectores de FEB.es a través de una charla repleta de sinceridad y buenos propósitos.
Rosó, ¿cómo te ha recibido una localidad de Gernika ilusionada con tu fichaje?
“La verdad es que me han recibido realmente bien. Dadas las circunstancias en las que nos encontramos, aún no he podido tener un gran contacto con la afición, pero desde el primer día todo el mundo ha estado muy pendiente de nosotras. El trato del club ha sido realmente bueno y tanto el presidente como todo el entorno del club nos han ayudado mucho a que pudiéramos integrarnos con una cierta rapidez. Eso nos ha ayudado a entrar muy rápido en dinámica de equipo y a que nos sintamos muy cómodas en Gernika”.
¿Qué ha tenido de especial este año la oferta del Lointek Gernika para que hayas decidido anteponer su interés por ficharte al de cualquier otro equipo?
“Siendo sincera, tengo que reconocer que esta no era la primera ocasión en la que el Lointek Gernika se interesaba por mí. Durante algún que otro verano había hablado ya con Mario López acerca de la posibilidad de recalar en el club, pero yo siempre me había sentido muy bien en Girona y no se habían terminado de dar las circunstancias para que me comprometiera con ellos. Esta temporada la apuesta del club fue mucho más fuerte y Mario, al que conozco desde que coincidimos en Selecciones de Formación, me demostró que podía ser importante en el nuevo proyecto. Te diría que quizá esa confianza fue la que terminó por convencerme ya que buscaba un equipo con el que pudiera sentirme cómoda y en el que confiaran en lo que puedo llegar a ofrecerles como jugadora”.
Aunque el presente tenga el color granate del Lointek Gernika, resulta inevitable el preguntarte por la temporada pasada donde protagonizaste uno de los grandes fichajes del mercado invernal mudándote de Girona a Valencia…
“La verdad es que fue un año un poco loco para mí porque nunca resulta sencillo el tener que cambiar de equipo a mitad de temporada y mucho menos cuando llevas cuatro años en un club como el Spar CityLift Girona. Siempre me había sentido muy bien en el equipo, pero llegó un momento en el que los minutos comenzaron a venderse caros ya que Nuria Martínez había regresado tras su lesión y el club había fichado a Marta Xargay. Yo quería jugar y en Girona cada vez era más difícil así que hubo que plantearse otras opciones. Cuando surgió la oportunidad de ir al Valencia Basket no me lo pensé mucho, creo que me adapté muy rápido y disfruté mucho desde el primer día en la Fonteta, pero la temporada se paró y no pudimos culminar los objetivos que nos habíamos marcado como equipo. A nivel personal, creo que estos sí se cumplieron ya que pude demostrar que soy una jugadora válida para un proyecto potente como el suyo y por eso terminé muy satisfecha con la experiencia”.
¿Se podría decir que fue más un fichaje anímico que deportivo?
“De algún modo sí, aunque para mí fue muy complicado el tener que dar ese paso por todo lo que representaba el Spar CityLift Girona en mi carrera. El club había sido mi casa y quizá no me hubiera planteado ese cambio a principios de temporada, pero llegó un momento en el que los minutos se redujeron y en el que me hicieron entender que iba a ser muy complicado que pudiera jugar. Yo me encontraba muy bien a nivel físico y deportivo y, con 27 años, no debía ni quería desaprovechar ese momento. Quería jugar, quería disfrutar de minutos y sentir que el día a día tenía una recompensa así que por eso decidí marchar a la búsqueda de una nueva experiencia que me diera un plus como jugadora”.
Entiendo por tanto que tu llegada al Lointek Gernika sigue el mismo camino que el que trazaste en su momento para llegar a Valencia…
“Sin duda. Este verano hubo diferentes posibilidades, pero tengo que reconocer que la oferta del Lointek Gernika fue la que logró ilusionarme de una manera especial y que es un club que no ha dejado de crecer durante las últimas temporadas. Durante mis años en Girona ha sido un equipo que siempre nos ha plantado cara y al que costaba mucho derrotar y esa es una de las cosas que más me motivaba, el poder pertenecer a una plantilla que quiere competir contra los grandes y que sueña con poder levantar algún día un título. Los equipos de Mario siempre han tenido un juego alegre y muy rápido que encajaba muy bien en mi estilo de juego y eso, unido a la posibilidad de gozar de minutos, terminó por seducirme”.
De momento, durante estos primeros días de entrenamiento, estáis transmitiendo muy buenas sensaciones como grupo a la afición a través de las redes sociales…
“Creo que hemos formado un buen grupo en el que las jugadoras nacionales van a tener un peso muy importante. Algunas llevan ya algún tiempo en el club y las que nos hemos incorporado este año nos conocemos de sobra porque llevamos ya muchos años en la Liga y eso ha facilitado que hayamos tenido una buena química desde el primer día. Durante las pretemporadas siempre está la incógnita de saber cómo se adaptarán las jugadoras extranjeras o aquellas que salen por primera vez de su país, pero lo que hemos podido ver es que son todas súper buena gente. Todo esto, unido a la extraña situación que vivimos este año y que nos ha llevado a pasar mucho tiempo juntas, ha hecho que estemos creciendo muy rápido como grupo. Después de tantos meses sin jugar todas compartimos el deseo de poder volver a jugar y creo que eso puede ayudarnos a mostrar muy pronto una buena imagen”.
¿Te imaginas ya pisando Maloste como local después de tantos años en la competición?
“Es algo que me apetece mucho porque como rival siempre temes el tener que venir a jugar a Maloste porque sabes que es una de las pistas más complicadas de la categoría. Es un pabellón muy pequeño que se convierte en cada partido en una olla a presión y creo que esa es precisamente una de las fortalezas del equipo. La gente se ha enganchado mucho al baloncesto durante los últimos años y, aunque todavía no sepamos muy bien si vamos a poder contar con público, espero que cuando así sea, podamos disfrutar mucho entre todos del juego del equipo”.
Disfrutar incluso con una ración doble de Rosó Buch sobre el parqué, porque tu icónico dorsal número 6 se ha convertido este año en el 66…
“El 6 siempre ha sido mi número y lo he llevado con mucho orgullo durante mis años en Girona. Cuando llegué a Valencia el año pasado, decidí cambiarlo por el 16 en homenaje a mi amiga Helena Oma que se había lesionado de gravedad, pero este año tenía intención de realizar un cambio. Además, en Gernika no era posible el continuar con él 6 porque ese ha sido siempre el dorsal de la jefa Naiara Díaz, así que comencé a pensar en la posibilidad de llevar el 66. Busqué algo de información y encontré muy buenas referencias acerca de este número ya que estaba asociado a la buena fortuna y al optimismo, así que no me lo pensé”.
¿Y qué te ilusiona más, el poder crecer como equipo en la LF Endesa o el poder dar un nuevo paso al frente en Europa?
“Te diría que ambas porque lo que más me motiva ahora mismo es poder mostrar al mayor número de gente posible el potencial que puede llegar a tener este equipo. Queremos trabajar muchísimo para conseguir la mejor versión de nosotras mismas a través de un grupo de jugadoras que está muy comprometido con el proyecto. Hay un gran nivel de auto exigencia porque todas somos conscientes de lo que queremos en una temporada en la que las plantillas han crecido mucho y en la que vamos a asistir a una Liga muy emocionante y repleta de partidazos”.
La Supercopa de España puede ser un buen momento para lanzar un primer aviso a los grandes…
“Es un evento que nos ilusiona mucho porque va a ser la primera participación del club en su historia y porque vamos a jugar en casa con su disputa en el Bilbao Arena. Puede ser un buen momento para sorprender porque, a estas alturas de la pretemporada, los equipos no están todavía muy trabajados y compactos y eso puede ayudarnos a sorprender, pero vamos a ir viendo día a día cómo se desarrolla todo porque llevamos seis meses sin competir y no va a ser sencillo el poder coger de nuevo ritmo de competición”.
Pues para poder coger ritmo de competición, tan sólo unos días después de la Supercopa, debut liguero en la Fonteta…
“Sí, lo mío es curioso porque el año pasado comencé la Liga enfrentándome al Valencia Basket con la camiseta del UniGirona y jugué mi último partido con la camiseta del Valencia Basket enfrentándome al UniGirona. Este año, el sorteo del calendario ha querido que tenga que jugar mi primer partido con el Lointek Gernika visitando la Fonteta para jugar con el Valencia Basket así que estoy encantada de poder empezar con un partido tan motivante para mí y que me ayudará a iniciar la competición con un nivel de exigencia realmente alto. Ojalá podamos jugar con público porque el ambiente de la Fonteta es increíble y que esto nos permita coger muy pronto sensaciones positivas”.
Para terminar, ¿cuál sería el guion soñado por Rosó Buch para esta temporada?
“Me gustaría que comenzara con una cierta normalidad, es decir, que pudiéramos comenzar la competición según lo previsto, que no haya que parar porque todo esto ha pasado y que podamos jugar al completo la Liga, la Copa de la Reina, la Eurocup… Una vez ahí, nos gustaría poder llegar como mínimo a las semifinales de todas las competiciones poniéndonos como reto el intentar buscar alguna final. Y a nivel personal me gustaría seguir disfrutando del baloncesto, siempre me he marcado como objetivo el poder competir al máximo en cada uno de los minutos que me ofrezca el entrenador y ahora, siendo un poco más veterana, que esto sirva para poder ayudar al equipo a ganar el mayor número de partidos posibles”.
Estadísticas de la temporada - Rosó Buch:
Partidos jugados: 24
Minutos: 24,01 p.p.
Puntos: 6,3 p.p.
Rebotes: 2,1 p.p.
Asistencias: 1,3 p.p.
Recuperaciones: 0,9 p.p.
Tapones: 0,1 p.p.
Faltas recibidas: 9 p.p.
Valoración: 5,5 p.p.
Trayectoria deportiva - Rosó Buch:
Cat.Inferiores: UE Mataró
2010/11: Platges de Mataró (Liga Femenina 2)
2011/12: Femenino Cáceres (Liga Femenina 2)
2012/15: Embutidos Pajariel Bembibre (LF Endesa)
2015/16: CB Conquero Huelva (LF Endesa)
2016/19: Spar CityLift Girona (LF Endesa)
2019/20: Spar CityLift Girona (LF Endesa)
2019/20: Valencia BC (LF Endesa)
2020/21: Lointek Gernika (LF Endesa)
Trayectoria internacional - Rosó Buch:
2009: Medalla de Oro - Europeo U18F (Suecia)