PABLO ROMERO / ÁREA DE COMUNICACIÓN FEB

No era ni mucho menos un novato el día que pisó por primera vez una cancha de la Liga LEB Oro, pero desde ese mismo momento, el center Davis Rozitis se esmeró a fondo a la hora de intentar demostrar que su calidad podía ser merecedora de un lugar en la Liga Endesa.

Un sueño al que comenzó a dar forma cuando viajó por primera vez a nuestro país con apenas 16 años para poder disputar con la Selección de Letonia el Europeo de la categoría, aquel en el que Ricky Rubio deslumbró para llevar a su Selección a la conquista de la medalla de Oro.

Porque fue desde ese mismo verano cuando Rozitis comenzó a escuchar cada temporada en su cabeza una voz interior que le impulsaba a mirar profesionalmente a España.

Todo un objetivo personal que cumplió tres años atrás y que le ha llevado a pelear durante ese tiempo por el ascenso a una Liga Endesa a la que se ha ido acercando a base de pronósticos acertados. Aquellos que ha ido lanzando en los momentos más calientes de cada temporada y que lo convirtieron este año en el Nostradamus donostiarra de un Delteco Gipuzkoa lanzado a por su objetivo.

Aunque tan sólo el tiempo podrá despejar la incógnita que supone el saber si podrá disputar la próxima temporada sus primeros minutos en una competición para la que renovó automáticamente su contrato tras la consecución del ascenso.

Rozitis: “Estoy orgulloso del trabajo del equipo, nos hemos ganado el ascenso sobre la pista”

De vuelta a su Letonia natal tras superar la temporada más extraña de su carrera, el pívot David Rozitis aguarda estos días con expectación la llegada de buenas noticias desde San Sebastián. Porque esa podría ser la puerta que le lleve a la conquista de la ansiada Liga Endesa siempre y cuando el conjunto vasco pueda materializar en los despachos un ascenso que valora a 3.500 kilómetros de distancia de la capital donostiarra. 

Davis, ¿cómo fue la extraña vuelta a casa con el desenlace de la temporada aúnen el aire?

“Fue una vuelta realmente complicada porque había intentado aguantar en San Sebastián todo el tiempo posible a la espera de ver si podíamos llegar o no a jugar y, cuando quise planificar la vuelta a casa ya era complicado el poder encontrar algún vuelo a Letonia. Fue un viaje complicado a nivel organizativo, pero también a nivel emocional porque sentía que no había podido terminar el trabajo que habíamos empezado y porque mi deseo no era otro que no fuera el de poder terminar la temporada. Con el paso de las semanas, el Gobierno de Letonia organizó un vuelo para repatriar a casa a algunos ciudadanos así que tuve que viajar en tren a Málaga durante 10 horas para poder volar desde allí. Han sido semanas duras esperando junto a mi familia a que toda esta situación pasara cuanto antes, así que quiero mandar un mensaje a todos aquellos que han perdido a seres queridos por este virus”.

Intentando buscarle el lado positivo ala situación, habrás podido disfrutar de nuevo de los tuyos después de tres temporadas en España…

“Sí, esa es una de las cosas más positivas de toda esta situación porque durante el año apenas puedes verles y los veranos terminan siendo muy cortos. Es uno de los peajes de los que nos dedicamos al baloncesto, pero en mi caso me siento muy bien en España ya que es un país que siempre me había atraído mucho y del que me gustaba cómo se trabajaba el baloncesto. Vine por primera con la Selección U16 de Letonia para poder jugar el Europeo de Linares y me fui con muy buen recuerdo. Quizá pueda sonar un poco estúpido, pero durante mis años de universidad pensaba mucho en la posibilidad de poder jugar en España y sentía que una voz en mi interior me impulsaba a intentar conseguirlo algún día”.

¿Fue esa voz la que te llevó a decantarte por la Liga LEB Oro tres años atrás?

“Sí y a día de hoy puedo decir que esa voz no se equivocó lo más mínimo porque aquí me he encontrado con una de las mejores segundas ligas del mundo. Quizá quienes no la conozcan bien puedan llegar a subestimarla, pero los que conocemos su nivel y su dureza sabemos que la LEB Oro podría llegar a ser incluso una primera Liga de muchos países. Aquí tienes la oportunidad de dar el salto a la Liga Endesa y eso es una motivación extra para los jugadores a la hora de ser más intensos y competitivos junto a sus equipos”.

Llegaste a España vía Lleida y como temporero, pero tu gran carta de presentación pudimos verla en Ourense…

“Ourense fue un lugar muy especial y en el que pude sentirme muy bien. Además, la temporada pasada fue muy divertida porque al comienzo del año muchos predijeron que íbamos a estar luchando por la permanencia en la Liga. A nosotros esas afirmaciones nos ayudaron a estar mucho más motivados e intentamos demostrar que podían estar muy equivocados. Hicimos una buena temporada en la que me sentí a gusto con el equipo y en la que fui realmente feliz por haber podido alcanzar la Final Four de Bilbao en la que ofrecimos una buena imagen”.

Ahora que ya se puede contar, en un off he record a mitad de temporada y cuando el equipo estaba aún a media tabla, Nostradamos Rozitis nos aseguraba que su COB llegaría a la Final Four y…¡Premio!

“Quizá tuve algo de fortuna en la predicción, pero cuando hice ese comentario estaba muy seguro de lo que podría llegar a conseguir el equipo. Siempre confié mucho en mis compañeros y en el grupo de trabajo que habíamos formado. Fue una temporada bonita, aunque creo que nadie nos regaló nada y que todo lo que logramos fue gracias al gran trabajo que hubo detrás”.

¡Pero hay más! Este año, unos días antes de la Final de la Copa, te mostrabas convencido fuera de micrófonos de que el Delteco GBC rompería con la maldición del equipo local para haceros con el título y, en la misma pista del Pisuerga, tras ganar el título, nos aseguraste que terminaríais ascendiendo…

“Este año las predicciones eran un poco más sencillas porque teníamos una plantilla competitiva, con mucha calidad y cuyo objetivo no era otro que el de intentar luchar por el ascenso. También es verdad que hice mis apuestas muy cerca de la final de la Copa y en un momento en el que el equipo estaba empatado por la primera plaza y así es un poco más sencillo acertar, pero si hubiéramos tenido esa conversación en septiembre creo que mis palabras hubieran sido las mismas ya que comenzaba a verse una buena química en el equipo”.

Centrándonos en esta última temporada, ¿qué atractivos encontrabas a la hora de comprometerte con un equipo como el Delteco Gipuzkoa?

“Fue una decisión muy sencilla de tomar ya que el Delteco siempre ha sido uno de los equipos con más nombre de España. Había oído hablar cosas muy buenas de ellos a otros jugadores y sabía que contaban con una gran organización así que no me lo pensé mucho. El que fueran un equipo recién descendido y con objetivos ambiciosos suponía todo un reto para mí a la hora de dar un paso al frente en mi carrera y creo que no me equivoqué lo más mínimo”.

Cuando la competición se detuvo, el equipo se encontraba igualado a victorias por la primera plaza y en un buen momento de forma, ¿qué sensaciones teníais vosotros?

“Es cierto que estábamos en un buen momento a nivel clasificatorio y que el equipo se encontraba en disposición de luchar por todo, pero nosotros siempre hemos sido muy ambiciosos y teníamos la sensación de que aún podíamos haberlo hecho un poco mejor. Éramos muy críticos con nuestro juego y pensábamos que siempre podíamos ir a más, pero en esta Liga ese objetivo es muy complicado porque todos los equipos son realmente buenos y no hay un solo rival sencillo. En la LEB Oro, el último clasificado puede ganarle al primero y no hay partido que no se decida por pequeños detalles, por eso hay que darle el mérito que merece al trabajo que había ido haciendo el equipo durante todos estos meses”.

¿Os ayudó la final de la Copa Princesa de Asturias a poder dar un paso al frente como equipo?

“Fue un partido importante para nosotros porque nadie había sido capaz de ganar la Copa a domicilio durante muchísimos años y eso me hizo sentir orgulloso de mi equipo. El grupo demostró una gran generosidad sobre la pista y eso nos permitió el poder ganar un título que, para nosotros, fue mucho más que eso. Esa final nos ayudó a entender que podíamos ganar cualquier rival, en cualquier circunstancia y en cualquier entorno y nos dio un impulso muy importante de cara al tramo final de la temporada, aunque lamentablemente, tuvimos que parar y nuestro trabajo quedó inacabado”. 

¿Qué crees que hubiera podido pasar si hubierais terminado la temporada?

“Yo tenía mucha confianza en el grupo, creo que cada día que pasaba el juego era un poco mejor y, aunque siempre hemos querido ir paso a paso, creo que ese partido contra Carramimbre Valladolid podía haber sido muy importante para nosotros a la hora de poder lograr nuestro objetivo. Queríamos mantener la calma ya que eso iba a ser clave para intentar lograr el ascenso aunque toda esta situación provocada por el Covid-19 ya no nos va a permitir saber cómo hubiéramos podido resolver la temporada. Por suerte, nuestro trabajo durante los meses previos ha tenido el reconocimiento deseado y ha terminado por valer el ascenso de los dos equipos que habían completado la mejor temporada hasta ese momento”.

¿Cómo recibisteis la noticia? ¿Cómo se celebra un ascenso cuando uno no puede estar con sus compañeros?

“Con alegría porque es un premio al trabajo que has realizado durante todo el año y feliz por la afición que nos ha apoyado durante todo el año, pero con una cierta tristeza por no haber podido conseguirlo como a nosotros nos hubiera gustado. Hubiéramos querido terminar la temporada y ganarlo sobre la pista, pero una vez que ves que la situación lo hace imposible, tienes que conformarte con que haya sido así. Cuando recibes la noticia sientes un cierto alivio porque es la consecución de lo que todos deseábamos e intentar celebrarlo como puedes a través de mensajes y llamadas desde la distancia”.

¿Y ahora qué? ¿Veremos a Davis Rozitis con el Delteco Gipuzkoa en la Liga Endesa?

“Ojalá sea así porque creo que el equipo realmente se ha ganado este ascenso al igual que la ciudad a través de su gran apoyo y nuestros aficionados que han estado a nuestro lado a lo largo de toda la temporada. En mi caso, siempre ha sido un sueño el poder jugar en ACB y he trabajado muy duro para ello durante estos tres años en España. Todos hemos hecho nuestro trabajo así que ahora tan sólo queda esperar y ver cómo se desarrolla todo. Si llega, estaré feliz por ello y, si no se llegara a producir, intentaré verle el lado positivo entendiendo que soy un afortunado por poder hacer cada día aquello que me gusta”.

Estadísticas de la temporada - Davis Rozitis:

Partidos jugados: 24
Minutos: 20,42 p.p.
Puntos: 8,6 p.p.
Rebotes: 5,6 p.p.
Asistencias: 0,9 p.p.
Recuperaciones: 0,5 p.p.
Tapones: 1,2 p.p.
Faltas recibidas: 3,1 p.p.
Valoración: 13,2 p.p.

Trayectoria deportiva - Davis Rozitis:

Formación: Cesis State Grammar School (Letonia)
2008/09: SK Cesis (VTBUL - Letonia)
2010/14: Hawaii Warriors (NCAA - EEUU)
2014/15: BK Valmiera (LBL - Letonia)
2015/16: BK Barons Kvartals (LBL - Letonia)
2016/17: BK Liepajas Lauvas (VTB UL - Letonia)
2017/18: VEF Riga (VTB UL - Letonia)
2017/18: Actel Força Lleida (LEB Oro)
2017/18: Rio Ourense Termal (LEB Oro)
2018/19: Rio Ourense Termal (LEB Oro)
2019/20: Delteco Gipuzkoa (LEB Oro)