MANUEL DE LA TORRE / ÁREA DE COMUNICACIÓN FEB
Un partido épico. Un partido para los anales del baloncesto español. La (aún reciente) semifinal ante Australia de la
Copa del Mundo 2019 tuvo en vilo a toda España. Un
encuentro no apto para cardiacos que se resolvió tras dos prórrogas (
95-88). Dos días después, ante Argentina, la final resultó más ‘tranquila’. La
Selección volvía a la cima del mundo. El segundo Oro mundial para la Masculina. El primero para alguien que se ha convertido en un imprescindible de #LaFamilia:
Sergio Llull.
El ‘Increíble’ agitó el duelo ante Australia con su irrupción desde el banquillo. Una salida en tromba. Puro ADN Llull. Una suspensión desde el tiro libre y un triple marca de la casa, sobre la bocina, para cerrar el primer cuarto fueron el preludio.
Los aussies dominaron el marcador durante muchos minutos, pero la Selección siempre encontró refugio en el carácter de Llull. Otro acierto desde más allá del arco en el tramo final del tercer periodo ayudó a reducir la desventaja. También aportó su granito de arena con una entrada finalizada con la mano izquierda en la remontada final para forzar la primera prórroga.
El de Mahón ya estaba desatado. Pura pasión. Para los segundos cinco minutos extras se guardó dos triples que pusieron en pie a toda España. En total, 17 puntos y 6 asistencias en una actuación icónica de nuestro baloncesto. El último pase de canasta para que
Marc Gasol pusiera la puntilla a una semifinal en la que sufrimos como nunca. Pero en la que también disfrutamos como niños pequeños. En parte, gracias a los rugidos de Sergio Llull cada vez que anotaba una canasta de las suyas.
“Cuando peor parecía que iban las cosas, este equipo ha sacado otra vez su gen ganador, carácter y corazón y así lo hemos sacado”, resumía, feliz, el Increíble Llull.
Sus números en… 37 minutos
17 puntos
2 rebotes
6 asistencias
6/16 en tiros de campo (4/10 en triples)
1/2 en tiros libres
1 falta recibida
12 de valoración
Sergio Llull con la Selección
Talento, visión, atrevimiento… son solo algunos de los calificativos que acompañan al juego de Sergio Llull. El base/escolta del Real Madrid es puro carácter. Nunca se arruga. Jamás se esconde. Cuando peor se ponen las cosas, Llull siempre aparece para dar un paso al frente. Debutó con la Selección en 2009 y, desde entonces, sólo se ha perdido una gran cita (la del Eurobasket 2017 por aquella desafortunada lesión). En total, ha sido 144 veces internacional y se ha subido al podio en siete ocasiones. Cuatro de ellas para colgarse al cuello una medalla de Oro.