Restan apenas tres horas para que Helena Oma dispute el partido más importante de su vida, aquel que le va a ofrecer la posibilidad de proclamarse campeona de la Liga DIA con apenas 22 años. Un reto no exento de dificultad pero para el que la jugadora catalana cuenta con un arma secreta, una visita a un “Cul de la lleona” con la que lograr el impulso necesario para poder entrar en la historia.
PABLO ROMERO / ÁREA DE COMUNICACIÓN FEB
Cuenta la leyenda que todo aquel que visite Girona debe buscar a los pies de su catedral la estatua de una pequeña leona tallada en piedra allá por el Siglo XI ya que, mil años después de su creación, tan sólo “aquellos que logren besar El Cul de la lleona podrán regresar a Girona”.
Una tradición que corre como la pólvora entre sus visitantes y a la que no fue ajena la prometedora Helena Oma cuando unos años atrás puso por primera vez un pie en el casco histórico de la localidad para incorporarse al Spar CityLift Girona.
Por aquel entonces, la búsqueda y posterior beso a la lleona supuso -sin saberlo- el inicio de una trayectoria mágica en una ciudad en la que el baloncesto tiene un aroma realmente especial así que, ¿qué mejor lugar para encontrar la energía necesaria que poder regresar a ese lugar apenas tres horas antes del segundo y decisivo encuentro de la final?
Un paseo por el centro, un beso a la leona y el resto de la historia, a un solo click…