El Europa-Laietà de aquel lejano día se jugó a las 12:00 del mediodía en el campo de fútbol del Europa, habilitado para la ocasión con los tableros colocados sobre los largueros de las porterías.

Lógicamente, la inmensa mayoría del público que asistió al partido iba a ver por primera vez el nuevo juego, y para que pudiera entender de qué iba aquello se editaron y repartieron 200 ejemplares del Reglamento, de los que las crónicas aseguran que se vendieron 90 a la entrada del recinto, antes del salto inicial. El duelo, en el que se alinearon siete jugadores por bando, lo ganaron los locales por 8-2.

Los primeros pasos del baloncesto en España se dieron de la mano de clubs ya existentes, en general dedicados al fútbol, que no perdieron la oportunidad de probar el nuevo deporte. Pero meses antes de la disputa de aquel Europa-Laietà, concretamente en el mes de abril de 1922, nació el primer club exclusivamente dedicado a lo que todavía se conocía por su expresión anglosajona: basket-ball.

Fue el Club Esportiu Laietà de Barcelona, club que fundaron un grupo de ex alumnos de las Escuelas Pías del Padre Millán, que al finalizar su escolarización en aquel centro se organizaron para seguir jugando a baloncesto. Su primer presidente, Ricard Pardiñas, fue menos de dos años después el primer tesorero de la recién creada Federación Española. Fue el propio Pardiñas quien se encargó de traducir al castellano, en colaboración con varios alumnos de los Escolapios, el Reglamento que había traído de Estados Unidos Eusebio Millán.

Por su contribución al desarrollo del baloncesto en España desde los primeros años del siglo XX, el C.E.Laietà es uno de los primeros miembros elegidos para el Hall of Fame de la FEB y el diario As.

En recuerdo de aquella fecha histórica, en el fondo documental del Museo FEB, en la ciudad de Alcobendas, se conserva un recorte de periódico del año 1972 que recoge los detalles del acto celebrado en Barcelona para conmemorar el 50 aniversario del partido, en el que se reproduce la carta remitida por el presidente del C.D. Europa al padre Eusebio Millán el 30 de noviembre de 1922 aceptando el ‘reto’ de jugar el partido.