PABLO ROMERO / ÁREA DE COMUNICACIÓN FEB

Bajo la atenta mirada de una delas canchas con más solera del baloncesto español, el Sáenz-Horeca Araberri iniciará este curso su tercera campaña consecutiva en la Liga LEB Oro obligado a reinventarse en el mercado con la contratación de una docena de jugadores nuevos en su totalidad.

Una tarea encomendada al sevillano Antonio Herrera quien ha regresado este año a la competición tras cinco temporadas en la Liga Endesa para tomar las riendas de un equipo con el que volverá a sentirse de nuevo primer entrenador. Misión no exenta de dificultad en una competición que incrementará este año sus plazas de descenso y contra las que lucharán en Vitoria con el presupuesto más modesto de la competición.

Un triple salto mortal con tres exitosos precedentes y que buscará este año el más difícil todavía con una joven plantilla y un roster que tendrá que poner sobre la pista una dosis extra de trabajo para poder combatir su falta de experiencia en una competición en la que tendrán mucho ganado con el conocimiento de un técnico dispuesto a demostrar que lo logrado en Pozuelo, Tíjola o A Coruña no fue fruto de la casualidad.

Antonio Herrera, el regreso de un técnico con solera

Cinco temporadas en la Liga Endesa como ayudante de Joan Plaza (Unicaja)han sido tiempo más que suficiente para poder disfrutar del baloncesto de élite a la par que seguía creciendo como entrenador. Pero para Antonio Herrera, el gusanillo del baloncesto comenzaba a picar con fuerza en su deseo de poder recuperar una condición de “primer espada” que había ostentado previamente en LEB Bronce, LEB Plata y LEB Oro.

Una oportunidad que llegó de nuevo durante el verano con la oferta de un Sáenz-Horeca Araberri dispuesto a apostar con fuerza por sus servicios. Así lo reconoce el propio Antonio desde las entrañas de Mendizorrotza: “Mi llegada a Vitoria fue consecuencia de mi deseo de poder ser primer entrenador. En Málaga me habían propuesto un plan muy tentador, pero todos mis planes pasaban por la decisión de poder dar un paso al frente esta temporada. El Sáenz-Horeca Araberri me mostró desde el principio que creía en mí y eso fue clave para decidir que fuera este el lugar en el que colmar mis expectativas. Ser primer entrenador en cualquier equipo supone todo un reto que, en el caso del Araberri se multiplica por tres ya que no he podido contar con un director deportivo para la construcción y gestión del equipo tras la marcha de Asier Alonso, porque la competición ha crecido en nivel y competitividad con equipos muy fuertes arriba y tras plazas de descenso abajo que complicarán la permanencia y por contar con un presupuesto muy ajustado que nos permitirá pocas alegrías. Por todo esto habrá que trabajar duro, con inteligencia, con humildad y con ambición para ayudar a crecer a mis jugadores a la par que sigo creciendo yo mismo como entrenador”.

De este modo, y tras la salida de Asier Alonso rumbo a Sevilla, el técnico andaluz inició en solitario la construcción de una plantilla que llevará este año su sello más personal con una decena de jugadores de su total confianza: “Desde el primer momento tuve claro que quería un equipo en el que sus señas de identidad fueran la juventud,la versatilidad y la ambición para crecer como ingredientes con los que poder dar forma a un equipo altamente competitivo. Pese a ello, no podemos obviar que somos un equipo U22 cuyos jugadores no conocen apenas una liga tan exigente como la LEB Oro. La buena noticia es que esto tan sólo quiere decir que tendremos que trabajar más para sí aprender a superar y equilibrar las carencias que podamos tener al principio. Viendo la otra cara de la moneda, el haber construido un equipo tan joven nos empuja a aprovechar esa energía sin límites y esa ambición que este factor puede ofrecernos”.

La plantilla del Sáenz-Horeca Araberri, vista por su técnico:

Bases: Junior Robinson, Sam Light y David Soto  

Acostumbrados a gozar de la calidad de buenos bases norteamericanos durante las dos últimas temporadas, en el Sáenz-Horeca Araberri han renovado este verano su apuesta por el talento universitario con la contratación de dos jugadores plenos de talento.

Por un lado un Junior Robinson que ejercerá como la revolución ofensivas obre la cancha y, por otro, un Sam Light que deberá aportar la calma necesaria con la que convertirse en el complemento idóneo para su compañero: “Son dos jugadores rookies que van a necesitar de un tiempo para poder conocer el baloncesto en el que se van a mover esta temporada. Junior Robinson nos tiene que dar talento ofensivo, anotación y liderazgo aprovechando todo el baloncesto que tiene en sus manos mientras que a Sam le vamos a pedir que sea un base más director y para el que las oportunidades de anotar sea una segunda opción. Queremos que nos dé un nivel superior defensivo al que puede tener Junior para que así ambos se complementen a la perfección sobre la pista”.

Ambos contarán con la presencia y colaboración en la dirección de David Soto, uno de los jóvenes talentos de la cantera vitoriana y que vivirá de este modo su primera experiencia profesional: “David Soto es un jugador de nuestra cantera que compagina el baloncesto con su Carrera universitaria y que este año tendrá que ayudar mucho en los entrenamientos tanto en los minutos de los que pueda disponer para poder buscar su oportunidad”.

Aleros: Nedim Dedovic, Mathieu Kamba, Julen Landaida, Artem Tavakalyan y Niksha Federico

Necesitados de experiencia en la categoría, Antonio Herrera no lo dudó ni un solo instante a la hora de poder incorporar a su plantilla a un viejo conocido de la casa, un Nedim Dedovic que tendrá que aportar su conocimiento al juego de un equipo que conoce a la perfección.

Y es que, en esta segunda etapa en vitoria, el exterior deberá ser uno de los hombres de referencia del vestuario: “Dedovic es el único jugador de la plantilla que conoce tanto al club como la categoría por lo que su liderazgo dentro y fuera de la cancha a va a ser muy importante para nosotros. Le voy a pedir que nos ayude en la dirección y en la química del equipo aportando a los compañeros su experiencia sobre las pistas y los rivales antes de cada encuentro. En el Barça rindió mucho mejor en el cuatro que en posiciones exteriores pero con nosotros va a jugar mucho más como escolta y como alero lo que le va a demandar una mejora a nivel defensivo para poder defender a jugadores más pequeños”.

Los puntos y la anotación al dos llegarán de la mano de un Mathieu Kamba que ha dejado buenas sensaciones ya durante la pretemporada donde su fiel escudero ha sido un Julen Landaida dispuesto a crecer con el equipo de su tierra: “Kamba es un jugador muy físico que nos tiene que dar un gran nivel defensivo aportando al juego de ataque esfuerzo, rebote, contraataque… en definitiva, aquellos aspectos que requieren un mayor esfuerzo físico. Por su parte, Julen es un perfil similar al de David ya que va a contar con una gran oportunidad en un año en el que va a compaginar su carrera universitaria con los entrenamientos donde esperará que pueda llegar su momento”.

La línea exterior se cerró con la contratación de un Niksha Federico que ha ejercido como uno de los hombres más regulares en el juego del equipo durante la pretemporada a la espera de la llegada de Artem Tavakalyan quien se encuentra a la espera de poder resolver los últimos trámites burocráticos: “Niksha es un jugador con una gran anotación, buen tiro exterior y mucho talento ofensivo que puede darnos mucho este año mientras que Artem es un jugador mucho más grande, más físico y que nos puede dar ese equilibrio necesario aportando una mayor defensa y rebotepese a que también puede tener puntos en sus manos”.

Pívots: J.E. Pierre-Charles, Ricky Mendizábal, Milan Markovic y Kingsley Okoroh

Tratando de sumar algo más de experiencia a la plantilla, Antonio Herrera buscó para su pintura una figura con poso en el baloncesto europeo, un papel que se encargará de representar un Milan Markovic recién llegado al equipo con el deseo de poder ayudar al máximo a sus compañeros.

Así, Milan compensará la falta de experiencia de otro de los fichajes interiores, un J.E. Pierre-Charles que promete ser uno de los hombres importantes de la plantilla en un año de crecimiento para él: “Pierre-Charles es un rookie canadiense que se moverá entre el cuatro y el tres y que debe darnos un nivel físico alto con una gran capacidad de rebote en ambos aros. Tiene que mejorar su tiro y su juego de cara al aro lo que puede llevarle a ser un jugador muy completo. Markovic por su parte es nuestra apuesta de jugador experto ya que, aunque no ha jugado en España si lo ha hecho en diferentes Ligas europeas. Acaba de llegar al equipo pero queremos que sea un líder desde la experiencia y desde sus 29 años para ayudarnos a manejar un equipo que será muy joven”.

Aunque si habrá un referente interior en la pintura ese será uno de los grandes descubrimientos de Antonio Herrera, un Kingsley Okoroh que ejercerá como el techo de la competición desde la pintura vitoriana: “Kingsley debe ser uno de nuestros referentes en la pista, es un jugador británico de 2,16 que viene de la Universidad de california. Debe darnos intimidación, defensa, rebote, seguridad en la zona y un juego de poste bajo con el que sorprender en ataque. Es un jugador atlético, grande y fue nuestro primer fichaje de la temporada ya que nos gustaron mucho sus cualidades. Debe ser un center puro que haga la labor de los jugadores grandes y que aporte mucho al equipo durante toda la temporada”.

Y todo ello sin olvidarse de la presencia autóctona en la figura de un Ricky Mendizabal que será el jugador que conecte con la grada desde la pista: “Es un chico joven, con muchas ganas de abrirse camino y con una capacidad atlética muy importante. Es un jugador con el que contamos plenamente para la rotación interior tal y como ha podido comprobarse ya durante la pretemporada donde ha jugado todos los partidos de titular con un rendimiento muy bueno demostrando que es un jugador con mucha energía”.

El trabajo como herramienta innegociableen el camino a los objetivos:

Con una plantilla replete de jóvenes promesas pero sin apenas experiencia en la categoría, los jugadores del Sáenz-Horeca Araberri tendrán que poner cada día lo mejor de sí sobre la pista para poder compensar sus limitaciones en la competición.

Un trabajo que Antonio Herrera supervisará con firmeza cada día con la colaboración de su cuerpo técnico para poder conseguir el estilo de juego más vistoso posible para sus aficionados: “Queremos que se nos reconozca como equipo por nuestro ritmo de juego. El ritmo va a liderar tanto la defensa como el ataque ya que buscamos un crecimiento por encima de los titulares. Que el equipo crezca debe ser la consecuencia del trabajo diario y personalizado que vamos a diseñar para cada jugador buscando cada detalle adecuado para el bien del equipo. Con ello aspiramos a que nuestros jugadores puedan conectar a través de los pequeños detalles. El juego se compone de infinitos detalles y la suma de ellos, unida al talento e nuestros jugadores, nos han de conducir a la construcción de un equipo con mayúsculas”.

Sólo de este modo el plantel vitoriano podrá optar a la permanencia en una categoría que venderá la supervivencia mucho más cara que en años anteriores con el incremento a tres de las plazas de descenso: “Nuestro punto de partida no puede ser otro que el intentar buscar la permanencia en la categoría aún sabiendo que vamos atener que trabajar mucho para poder conseguirla. No será un reto sencillo pero estoy convencido de que si las condiciones de trabajo nos acompañan podremos conseguirlo ya que el público de Mendizorrotza merece que le ofrezcamos motivos para poder regresar cada sábado. A menudo se nos olvida que el baloncesto no sólo es deporte sino también un espectáculo que hay que aspirar a dar en cada partido. Tenemos que lograr que nuestra afición vibre con el equipo y que Vitoria se sienta orgullosa de su equipo de LEB Oro”.

Todo un reto para un técnico dispuesto a poner lo mejor de sí al servicio de su equipo para que la afición vitoriana disfrute con pasión del juego de su equipo: “Creo que este año tenemos una buena oportunidad para poder llegar a la gente. Quiero enseñarles en cada partido mi forma de entender el baloncesto y estoy seguro de que el público vitoriano, que entiende y sabe mucho de este deporte, va a disfrutar con nuestra propuesta de juego. Sabemos que no es sencillo el poder atraer gente en una ciudad de tanta oferta de baloncesto como es Vitoria así que uno de nuestros retos debe ser el poder ofrecerles la mejor puesta en escena posible para que nos acompañen en cada partido en Mendizorrotza”.