Se vieron por primera vez las caras en la Liga Endesa allá por la temporada 1983/84 para iniciar un idilio conjunto con la élite de casi dos décadas antes de precipitarse a unas catacumbas del baloncesto. Pero tanto en Valladolid como en Huesca han sabido emerger de nuevo con fuerza a través del poso histórico de dos ciudades que sueñan de nuevo de la mano de unos Carramimbre Valladolid y Levitec Huesca dispuestos a reinventarse.
PABLO ROMERO / ÁREA DE COMUNICACIÓN FEB
No será hasta la última jornada de la primera vuelta cuando la Liga LEB Oro nos ofrezca el enfrentamiento directo con mayor peso histórico de la competición con el partido que disputarán en el Polideportivo Pisuerga el Carramimbre Valladolid y el Levitec Huesca.
Un duelo entre dos ciudades que respiran baloncesto por sus cuatro costados desde que sus dos representantes se enfrentaran por primera en la temporada inaugural de una Liga Endesa (1983/84) de la que fueron ambos fueron socios fundadores y que se saldó en sus orígenes con victoria carmesí.
Una noche en la que los caminos de vallisoletanos y oscenses se cruzaron por primera vez y que, 35 años después,mantiene intacto el espíritu de lucha y sacrificio de dos localidades en la que sus herederos parecen caminar de nuevo por caminos paralelos. Así lo ratifica un soberbio inicio de temporada en la que tanto el conjunto de Paco García como el equipo de Guillermo Arenas han sido capaces de firmar un 4-1 con el que situarse en los más alto de la tabla.
Pronóstico totalmente inesperado para ambos conjuntos pero que no es más que el fiel reflejo del trabajo que se está realizando en dos clubes que están disfrutando como pocos de este inicio de competición. Una campaña con una realidad muy diferente a la de aquellos inicios conjuntos pero en la que ambos planteles están reviviendo la dulzura de aquellas tardes en las que el Polideportivo Pisuerga y el Pabellón de El Parque hicieron grandes a sus antecesores.
Tan sólo el tiempo dirá si uno u otro pueden regresar al lugar que un día ocuparon pero, mientras tanto, en Valladolid y Huesca hay licencia para soñar…
Paco García: “Trabajamos con honestidad para agradecer su apoyo a nuestra afición”
Decenas de temporadas avalan el trabajo de Paco García en un baloncesto en el que su trabajo adquiere tintes emotivos cuando este se pone al servicio de un equipo de su tierra. Ese fue su principal aval a la hora de comprometerse con el Carramimbre Valladolid y ese ha sido el motor que ha llevado a los herederos del baloncesto en la ciudad a codearse de nuevo con la élite.
Una situación idílica y que muy pocos hubieran atrevido ni siquiera asoñar apenas un par de temporadas atrás cuando Paco tomó las riendas de un vestuario roto tras un descenso no consumado.
Es por ello que el liderato compartido del equipo vallisoletano ha supuesto toda una alegría para un técnico generoso con sus jugadores. Así lo reconocía tras la conclusión de su último encuentro en la noche del pasado viernes: “Ser colíderes es algo que ahora mismo nos suena muy bien. Evidentemente es una situación que vemos con respeto y con los pies en el suelo pero no por ello podemos dejar de alegrarnos porque es algo muy bonito para el club y una situación que genera un gran respeto para nuestros jugadores. Estamos muy felices y creo que eso se ha podido ver ya en el último partido disputado donde las sonrisas tanto en la pista como en el banquillo han sido un fiel reflejo de cómo nos estamos encontrando”.
Una felicidad que, en su caso toma un doble sentido ya que los triunfos cosechados han llegado a través de un juego de equipo en el que ha sido capaz de hacer que todos y cada uno de sus jugadores se sientan importantes sobre la pista: “En estos primeros partidos, y en especial en este último contra el CB Prat, creo que todos nuestros jugadores han aportado y eso es lo más importante para nosotros. El reparto de minutos está siendo claro, casi toda la plantilla está jugando entre 17 y 22 minutos yeso hace que esté especialmente contento por nuestros jugadores ya que su trabajo en el día a día se ve reflejado sobre la pista”.
De este modo, el equipo ha firmado el mejor arranque de su historia en una LEB Oro en la que, pese a verse arriba, el objetivo sigue siendo el mismo: “Estas cuatro victorias nos permiten meternos de lleno en un grupo de cabeza que en principio no debía ser nuestro lugar pero vamos a ver cuánto tiempo podemos aguantar ahí. Ahora debemos cargarla mochila todo lo que podamos para cuando lleguen las vacas flacas ya que llevamos tan sólo 5 partidos de Liga lo que quiere decir que aún queda un largo camino en el que tendremos que disputar otros 29. Por el momento, es muy bonito el poder vernos arriba pero esto no cambia en absoluto nuestro planteamiento inicial. El objetivo prioritario no es otro que la permanencia, sin renunciar a nada, pero sabiendo que esa debe ser nuestra más absoluta prioridad en la categoría”.
Un reto para el que Paco García tiene realmente claro cuál debe ser el camino a seguir: “Tenemos que tener los pies en el suelo, trabajar día a día con honestidad y llegar a cada partido con opciones de competir ya que eso es algo de lo que hemos hablado desde el primer día de entrenamientos. Sigo pensando que tenemos margen de mejora en todas las posiciones, que podemos tener aún mucho que ofrecer y que podemos ser aún mejores como equipo. Ese debe ser nuestro reto para el próximo partido y, una vez que pase, lo mismo pero para el siguiente”.
Y es que, tan sólo de este modo, el en Carramimbre Valladolid podrán agradecer a su afición su compromiso con el equipo: “Personalmente estoy muy contento por el club pero sobre todo por esa gente que está viniendo al pabellón, a todos esos fieles a los que queremos dar las gracias porque ellos son nuestro principal tesoro como club independientemente de quién lo dirija, quién lo entrene o quién lo dirija. Es por ellos por quien debemos dejarlo todo sobre la pista cada vez que salgamos a jugar porque son quienes más se lo merecen”.
Guillermo Arenas: “El trabajo está teniendo su recompensa para una afición que siente el baloncesto”
No llegó al club en un momento sencillo al tener que buscar la salvación en el tramo final de una temporada ya avanzada pero en poco más de año y medio,Guillermo Arenas se ha metido en el bolsillo a la afición oscense. Una masa social satisfecha con el trabajo realizado por un técnico que ha sabido adaptarse a la filosofía de club para poder cumplir con los objetivos.
Un reto que comienza cada año por una permanencia casi obligada y que supone como el primer paso a la hora de poder pelear por objetivos más ambiciosos porque en Huesca, el escudo cuenta con un gran poso histórico tras de sí: “Desde el primer día aquí supe que venía a un club histórico, un equipo con pasado en ACB y en el que el baloncesto se vive de una manera muy intensa. Aquí he podido comprobar que esta ciudad entiende de baloncesto y que, por tanto es exigente, por lo que el intentar mantener la categoría es casi una obligación en una Liga en la que queremos recompensar su apoyo poniendo nuestro granito de arena para que el equipo se acerque lo máximo posible a aquel baloncesto del que disfrutaron durante años”.
Y es que si hay una palabra que define el comienzo de temporada del Levitec Huesca en la competición esa es “ilusión” ya que el equipo de Guillermo Arenas ha firmado su mejor inicio histórico con un 4-1 para soñar: “Es algo que casi nadie se esperaba pero esos dos triunfos ante Real Betis y Bilbao Basket han sido muy importantes, ya no sólo nos han dado un colchón sobre nuestros rivales directos que es muy importante en todo comienzo de Liga sino que también nos han permitido el poder tener una confianza muy grande a la hora de seguir trabajando. Ahora tenemos que intentar aprovecharlo y poder extender este momento todo lo que podamos en el tiempo”.
Un camino en el que tomar la delantera a sus rivales más directos pero en el que el técnico asturiano tiene muy claro que no deberán variar lo más mínimo su hija de ruta para la temporada: “Con apenas cinco jornadas disputadas sigue siendo muy pronto para poder cambiar de idea respecto a lo planificado en un principio. El tener un 4-1 nos ha metido de lleno en la parte alta pero estaríamos locos si cambiáramos a estas alturas los objetivos. Tenemos que ser realistas y ver que estos cuatro triunfos son importantes pero entender que aún queda mucho trabajo por hacer. El equipo ha aprendido que cada esfuerzo ha merecido la pena y ahora debemos seguir en ese camino para poder seguir sumando nuevos triunfos en una Liga en la que queremos hacernos fuertes en casa”.
Todo ello tras un complicado inicio en el que el trabajo ha sido la clave del éxito: “El inicio de temporada no ha sido sencillo porque teníamos un equipo con mucha gente nueva que iba a necesitar de mucho trabajo para poder entrar en dinámica. Las Ventanas FIBA no nos ayudaron porque nos frenaron un poco pero supimos trabajar duro con entrenamientos adicionales que nos ayudaron a ganar tiempo así que, este 4-1 supone la mejor recompensa para el equipo porque es el resultado de todo ese trabajo que han ido realizando en cada entrenamiento”.