Tras un breve espacio de tiempo alejado de las pistas a comienzos del pasado curso el hispano-brasileño Carlos de Cobos volverá a ejercer como uno de los jugadores a tener en cuenta durante el transcurso de una final de Copa en la que sus manos ejercerán como una de las principales preocupaciones de un rival que focalizará en el gran parte de sus esfuerzos defensivos.
PABLO ROMERO / ÁREA DE COMUNICACIÓN FEB
Afincado durante los últimos años en el baloncesto de formación malagueño el base Carlos de Cobos no quiso dejar pasar durante el pasado verano la oportunidad de enrolarse en un proyecto ganador, el de un Covirán Granada que puso sobre su mesa la posibilidad de ejercer de nuevo como uno de los jugadores de referencia de la competición.
Todo un reto que le ha permitido dar un nuevo paso al frente en una carrera relanzada a sus 28 años: “Venía de una serie de temporadas en Málaga en las que el objetivo prioritario era la formación de nuestros jugadores y el poder salvar con ello la categoría pero a cualquier jugador le gusta eso de jugar para poder ganar títulos y es por ello que esta temporada está teniendo un sabor especial. Me estoy sintiendo muy bien sobre la pista donde asumo menos tiros pero donde mis porcentajes han mejorado tanto al uno como al dos desde donde intento ayudar al máximo al equipo”.
Y es que, a su llegada a Granada, el jugador hispano-brasileño ha topado con un club hecho a su medida y con el que comparte su mentalidad ganadora: “La mentalidad del club no es otra que la de seguir creciendo año tras año y es por ello que esta temporada se hizo un esfuerzo importante a la hora de poder mejorar el equipo para poder luchar por algo más. Conscientes de que era apenas nuestro segundo año en la LEB Plata el equipo se marcó la meta de ir sumando triunfos partido a partido hasta que llegó un momento en el que comenzamos a ver realmente cerca el objetivo pero, lo más importante es que hasta la fecha tanto equipo como ciudad y afición hemos sido partícipes de ellos y así queremos que siga siendo en la noche del próximo sábado”.
Una noche copera en la que el plantel nazarí peleará por el primer título oficial del curso, ambicioso reto para el que el equipo local deberá dejar atrás sus dos últimas derrotas en Liga Regular con el objetivo de poder mostrar su mejor versión: “Quizá no nos encontremos en nuestro mejor momento de la temporada porque venimos de dos derrotas y la última de ellas de una manera muy dolorosa pero una final de Copa LEB Plata es un partido totalmente diferente y en el que la motivación por poder ganar un título es realmente grande”.
Motivación por la que pelearán siendo conscientes de que no deberán descuidar ni un solo aspecto del juego ante un Lucentum que planteará una dura batalla: “Ya en el partido de la primera vuelta que jugamos en Granada pudimos ver a dos equipos muy igualados por lo que una tónica de partido en la que uno u otro domine en el marcador podría ser toda una sorpresa. Somos dos equipos igualados, con una composición de plantilla similar, con jugadores experimentados… así que serán los pequeños detalles aquellos que decidan quien se lleva un encuentro en el que el único fin es el resultado final. Aquí tan sólo sirve el resultado final y es por ello que debemos dejarlo todo sobre la pista por el triunfo”.