SEPTIEMBRE 30
Gallis dice adiós (1995)
9/30/2016 - 9:04 AM
Nick Georgalis (Union City, Nueva Jersey, 23/VII/1957), mucho más conocido como Nikos Gallis, ha sido el mejor jugador griego de la historia. Un anotador imparable, que convirtió su escasa presencia física (1,83 m, 80 kilos) en una ventaja para desbordar a cualquier rival con su velocidad de piernas y su rapidez para armar el tiro. Entre él y Panagiotis Giannakis llevaron a la élite al Aris y dieron a Grecia el título europeo en 1987
JUAN ANTONIO CASANOVA
Hijo de dos inmigrantes griegos, Nick practicó el boxeo (como su padre, hasta que su madre le convenció de que lo dejase), el fútbol americano y el baloncesto. Centrado ya en este último deporte, destacó en la universidad de Seton Hall y en su último año fue el tercer anotador del país, con 27,5 puntos, inmediatamente detrás de un tal Larry Bird, con el que pudo coincidir en los Celtics, que eligieron al griego en el puesto 68 del "draft" de 1979. Una pequeña lesión se lo impidió y por eso decidió ir a jugar al país de sus padres, aunque con intención de volver a intentarlo en EE.UU. al cabo de dos años. Nunca lo hizo, aunque no le faltaron ofertas. Pero en Grecia era una estrella muy bien pagada, un héroe nacional al que el ingreso en la NBA le habría obligado a dejar la selección.
Su fichaje por el Aris, tras intentarlo el Panathinaikos y el Olynmpiacos, fue rocambolesco. Tuvieron que acudir dos emisarios para convencer a sus padres, después de una colecta entre los aficionados y la falsificación de algún documento. Y aunque al aparecer en Salónica más de uno comentó que había encogido, porque esperaban a un jugador más alto, el éxito fue inmediato. Ganó 8 Ligas y 7 Copas con el Aris y una última Copa con el Panathinaikos, al que pasó en 1992. Fue once veces máximo anotador, con un tope de 63 untos (ver 24/I); cuatro líder en asistencias y cinco MVP de la competición. Y dos veces líder en puntos y una en asistencias de la Euroliga. Con la selección, oro europeo en el 87 y plata en el 89, y máximo anotador en cuatro Europeos y el Mundial'86.
El 1 de octubre de 1995 anunció su retirada. Tenía ya 38 años, pero lo que más pesó fueron sus desavenencias con Costas Politis, su entrenador en el Panathinaikos, el seleccionador en el gran éxito del 87, que le había dejado sin jugar durante un año entero. "Me voy con el consuelo de que muchos pueden pensar que todavía podría ser decisivo", dijo entonces.