El brasileño Oscar Schmidt Bezerra (Natal, 16/II/1958) es probablemente el mayor anotador de la historia del baloncesto que no ha jugado en la NBA. Y no por falta de oportunidades.
JUAN ANTONIO CASANOVA
Sobre todo después (ver 23/VIII) de que en los Juegos Panamericanos de 1987, en suelo estadounidense (Indianápolis), "O metralhadora" marcara 35 puntos en la segunda parte y 46 en total en la victoria por 115-120 de Brasil ante EE.UU., que había tenido 20 puntos de ventaja. Pero el tope de dinero que podían ofrecer a un jugador debutante era menos de lo que ganaba en Caserta (Italia) y en aquella época, además, ir a la NBA significaba decir adiós a la selección, a la que él no pensaba renunciar.
Una selección en la que debutó con sólo 19 años y en la que, sin quererlo, provocó de entrada la dimisión del técnico, Ary Ventura Vidal, porque éste dio órdenes al equipo de que jugara para él y para Marcel de Souza, otro gran anotador. Los veteranos del equipo, acostumbrados a ir a la suya, no lo aceptaron y el seleccionador tuvo que dimitir.
El 24 de septiembre de 1988, Brasil se enfrentaba a España en el último partido de la primera fase del torneo olímpico de Seúl. Oscar, que jugó los 40 minutos, protagonizó la mayor exhibición ofensiva que se haya visto en unos Juegos: 55 puntos, con 11/17 de dos, 6/11 triples y 15/16 tiros libres. A su lado, Marcel añadió 28. Pero no sirvieron de nada, porque España, con los puntos mucho más repartidos detrás de los 27 de Jiménez, se impuso por 118-110 después de dominar por 107-88, mientras los rivales perdían el tiempo en protestas a los árbitros y reproches entre ellos mismos. La victoria sirvió al equipo de Díaz Miguel para acabar segundo de grupo, pero a partir de ahí todo se torció. Perdió en cuartos de final con Australia (74-77) y luego con Canadá (91-96) y Puerto Rico (92-93) y acabó octavo, tres puestos por debajo de Brasil.
Oscar participó en cinco Juegos Olímpicos consecutivos, desde 1980 hasta 1996, y en los tres últimos fue el máximo anotador. En total, 38 partidos y 1.093 puntos. Seúl'88 fue el más brllante para él: marcó sucesivamente 36, 44, 31, 39, 55, 46, 46 y 41 puntos. Un promedio de 42,2, más 7,8 rebotes.
El récord olímpico de anotación de un equipo lo estableció EE.UU. contra Nigeria en Londres'12: 156-37, con 37 puntos (10/12 triples) de Carmelo Anthony, tope de un jugador de su país en unos Juegos.