366 HISTORIAS - 2 SEPTIEMBRE
El peligro de jugar contra el anfitrión (2001)
9/2/2016 - 12:45 PM
Durante muchos años, desgraciadamente, el caserismo de algunos árbitros hizo que hubiera una enorme diferencia entre jugar en casa o fuera de ella, que una ventaja de 15 o 20 puntos en la ida de una eliminatoria no fuera ninguna garantía. La situación ha mejorado mucho, pero siempre se da algún caso aislado para recordarnos que jugar contra el anfitrión puede ser muy peligroso. La selección española fue víctima de uno de ellos en Ankara, en el Europeo del 2001.
JUAN ANTONIO CASANOVA
Era la última jornada de la primera fase, el 3 de septiembre. Letonia acababa de vencer sorprendentemente a Eslovenia y eso obligaba a los turcos a derrotar a España para no quedar última de grupo y por tanto eliminada a las primeras de cambio. Un palo que la organización no se podía permitir. De ello se encargó un árbitro italiano, Colucci, un policía napolitano de justificada mala fama. Y no se molestó en disimular.
Desde la primera jugada fue a por los españoles y a los 6m 09s le pitó una descalificante al seleccionador, el debutante Javier Imbroda. Sus jugadores, descentrados, encajaron un parcial de 17-1 que llevó al 26-10. Y al final del tercer cuarto, en el que Kutluay anotó 17 de sus 35 puntos, perdían por 70-55. Pero para matar a aquel equipo renovado con cuatro "júniors de oro" (Pau Gasol y Felipe Reyes se habían sumado a Raül López y Navarro, que ya fueron a los JJ.OO. del año anterior) haría falta que persistiera el atropello arbitral. Porque en el último cuarto Lucio Angulo maniató por fin a Kutluay y un parcial de 1-18 puso a España delante (71-73) a falta de 4m 42s. Los turcos se recuperaron y una última ayuda, al dejarles consumir más de los 8s para pasar de pista, les permitió sobrevivir. Ganaron por 84-79, fueron primeros de grupo y luego llegaron hasta la final, donde la calidad de Yugoslavia ya no admitió trapicheos (69-78).
La rueda de prensa posterior no tuvo desperdicio, llena de insultos y acusaciones. Alfonso Reyes y todos los periodistas españoles abandonamos la sala antes de que hablaran oficialmente los turcos.
España tuvo que jugarse al día siguiente con Israel una plaza en cuartos de final. Costó más de lo esperado, pero en esta caso las jugadas dudosas del final se resolvieron a favor y ganó por 71-67. Y luego a Rusia (66-55). Perdió la semifinal ante el futuro campeón (65-78) y se hizo con el bronce al derrotar (99-90) a la Alemania de Nowtizki.