JUAN ANTONIO CASANOVA

Tras cerrar la primera fase con una derrota ante Turquía, España abrió la segunda superando en el último cuarto a Alemania (77-68), con Pau Gasol y Nowitzki igualados a 19 puntos y Marc Gasol por encima de ellos (24), y a partir de ahí despegó. A una exhibición ante Serbia (84-59), con 26 de Pau y 20 de Marc, siguió un tercer cuarto para la historia (29-10) en la victoria sobre Francia (96-69), con la anotación muy repartida:  Navarro (16), Rudy Fernández (15), Pau (11), F. Reyes (10), Ibaka (10)... Un tercer período no tan excepcional, porque el equipo de Sergio Scariolo lo repitió en los cuartos ante Eslovenia, ahora con un 36-14 para ganar por 86-64, ya con Navarro como principal protagonista (26 puntos, por 19 de Pau) como un anticipo de lo que vendría a continuación.

El adversario en la semifinal era la gran revelación del campeonato, una Macedonia dirigida por McCalebb que parecía capaz de cualquier hazaña. Incluso derrotar al gran favorito, como demostró en un gran segundo cuarto que le permitió llegar al descanso con mínima ventaja (44-45), a caballo de un increíble 14/20 en tiros de dos puntos. En el minuto 26, empate a 58.  Entonces Navarro dijo basta. Marcó 13 puntos seguidos, incluidos tres triples, entre gritos de "¡MVP, MVP!", y al final del cuarto dominaba España por 71-62. Cuando en el último volvió a estrecharse el marcador, el capitán apareció de nuevo, con 8 puntos consecutivos. Al final, 92-80, con 35 de Navarro y 22 de Pau, que se aseguraban su séptima medalla, como Felipe Reyes. Y el equipo, su presencia en los Juegos de Londres.

En la final, el 18, esperaba Francia, que había ganado a Rusia (79-71). Con deseos de desquite. Pero España no le dejó opción y la superó por 98-85 en una exhibición global en la que los cinco titulares, encabezados de nuevo por Navarro (27), anotaron al menos 11 puntos y el debutante Ibaka puso la guinda colocando cinco tapones en 4 minutos del segundo cuarto.