Septiembre 11
Francia tira un partido contra España (2011)
9/11/2016 - 10:19 AM
Estamos en el Europeo del 2011. Francia, primera de su grupo con cuatro victorias y ninguna derrota, y España, segunda con tres y una, se enfrentan en Vilnius, el domingo 11 de septiembre, en la última jornada de la segunda fase.
JUAN ANTONIO CASANOVA
Los dos equipos están ya clasificados para los cuartos de final y en las horas previas se especula sobre la posible conveniencia de perder el partido para así evitar a Lituania, un anfitrión de altos vuelos, en una previsible semifinal. Los españoles lo rechazan de plano. "No queremos hacer cálculos; nosotros vamos a lo nuestro: a progresar", asegura el seleccionador, Sergio Scariolo. "Siempre salimos a ganar; sólo pensamos en la victoria", ratifica Felipe Reyes.
Pero los franceses no lo ven igual. Así lo anuncia Tony Parker la víspera del partido: "No voy a jugar demasiado. Puedo jugar 40 minutos si es necesario, pero en este partido (...) Lo importante son los cuartos de final". Ni demasiado, ni poco. Ni él ni Joakim Noah salen en ningún momento del banquillo, así que son "sólo" nueve los jugadores de la NBA que saltan a la pista, en un partido que se acaba en el descanso (39-38). En 8 minutos del tercer cuarto los españoles propinan a su rival un tremendo 27-4 y la diferencia alcanza unos escandalosos 33 puntos: 89-56 y 94-61. Al final, 96-69, con un soberbio 10/19 en triples de los vencedores.
Una paliza en toda regla, a pesar de que Marc Gasol fue el único de los titulares que Scariolo utilizó durante más de 21 minutos. La anotación estuvo muy repartida, con ocho jugadores anotando al menos 8 puntos y los 16 de Navarro y los 15 de Rudy Fernández como máximo. Enfrente, del desastre general se salvaron más o menos dos pívots: Séraphin (18) y Traoré (16).
Lo que vendría después iba a dejar en muy mal lugar los cálculos de los franceses. Ellos superaron, sí, a Grecia en cuartos de final (64-56) y a Rusia en semifinales (79-71). Pero España no habría de vérselas con el anfitrión, que cayó en el primer cruce ante la gran revelación, Macedonia, el mismo día en que los de Scariolo eliminaban a Eslovenia (86-64). Luego harían lo propio con Macedonia (92-80), en una actuación inolvidable de Navarro, y en la final volvieron a verse las caras España y Francia. Esta vez (ver 18/XI) no hubo pantomima; el rival jugó a tope, pero eso no impidió que los españoles, otra vez muy superiores, renovaran su título (98-85).