El Barcelona lo fichó el 1 de septiembre de 1973 como la figura que había sido en Munich'72, donde promedió 16,7 por encuentro, sin querer reparar en su mal comportamiento en el Wienerberger austríaco, su anterior club, con el que había jugado la Copa de Europa.
JUAN ANTONIO CASANOVA
Pero Héctor Blondet (Nueva York, 12/V/1947), un fantástico alero de 1,96 m., acreditó aquí muy esporádicamente la calidad que le había convertido en una gran estrella en Puerto Rico y sólo estuvo un año en el club. Empezó fatal, con una derrota por 125-65 (ver 11/XII) en la pista del Real Madrid en su debut, con 16 puntos suyos por 47 de Walter en los blancos, y el de Vicente Sanjuán en el banquillo. Fue, eso sí, el máximo anotador azulgrana en la Liga, con 23.1 puntos. El noveno en total, lejos de los 31,5 de John Coughran (YMCA), que luego iría al Madrid.
En Puerto Rico, desde donde sus padres habían emigrado a Nueva York en los años treinta, le conocían como "El mago de la cancha" por su extrema habilidad con el balón en las manos, sus cambios de ritmo y su capacidad anotadora. Cuando estaba en la universidad de Murray State (antes había jugado a béisbol, pero dicen que no le gustaba mancharse el uniforme tirándose al suelo) recibió una llamada de los Capitanes de Arecibo y en mayo de 1970 se trasladó a Puerto Rico. Tuvo que esperar un año para debutar como profesional, pues una denuncia obligó a cambiar las reglas vigentes hasta entonces, que prohibían jugar a quienes no hubieran nacido en la isla.
Su impacto fue inmediato y ese mismo año logró con Puerto Rico la plata en los Panamericanos, además de ser elegido por Portland en la cuarta ronda del "draft", aunque nunca jugó en la NBA. Decepcionado por no poder reeditar en el baloncesto europeo su éxito en Munich'72, decidió dejarlo tras su experiencia en el Barça, aunque en los Capitanes promedió 25,1 puntos y 10,1 rebotes. Se instaló en Boston, pero en su país pensaban que aún le quedaba mucha cuerda y en 1976 volvió a la actividad con los Cardenales de Río Piedras, que lograron el título gracias a una canasta suya.
En Montreal'76 sumó sólo 6 puntos en tres partidos. En 1980 pasó a los Titanes de Morovis, luego a los Indios de Mayagüez, otra vez los Cardenales y finalmente los Gallitos de Isabela y los Mets de Guanaybo. Se retiró en 1983. Falleció el 9 de septiembre del 2006 en Morovis (Puerto Rico), con sólo 59 años.