Todos los jugadores que trabajaron a sus órdenes coinciden en que Ignacio Pinedo (San Sebastián, 8/V/1925) era un entrenador con un don especial, un verdadero maestro del baloncesto, que por encima de sus éxitos al frente del Real Madrid pasará sobre todo a la historia por su gran labor de formación de jugadores durante los trece años en que dirigió a la selección española júnior.
JUAN ANTONIO CASANOVA
Se formó como jugador en el Liceo Francés y de allí pasó al Real Madrid. Fue 26 veces internacional. Participó en el primer Campeonato del Mundo (1950) y en los Juegos Mediterráneos del año siguiente, en los que España consiguió la medalla de plata. En 1956 fue nombrado entrenador del equipo blanco y en sus tres temporadas en el cargo ganó las dos primeras Ligas españolas, dos Copas y dos Campeonatos de Castilla. Además, le llevó a las semifinales de la primera Copa de Europa (1958), en las que debía enfrentarse al ASK Riga, que sería el campeón. Pero el Gobierno español no dio permiso al club para jugar contra un equipo soviético.
Del Madrid, al Estudiantes, en el que permaneció nueve años, hasta 1968, cuando tras quedar subcampeón de Liga Raimundo Saporta le confió la selección júnior, con la que subió al podio en tres Europeos consecutivos: plata en el 74 y el 78 y bronce en el 76. Sus enseñanzas contribuyeron al crecimiento de unos jugadores (Epi II, López Iturriaga, Romay...) que muy pronto, a partir de 1979, fueron la base de la selección absoluta (ver 26/IV).
Volvió al Estudiantes y dirigió también al Inmobanco, al que llevó a la final de Copa 82-83, y al Caja de Ronda. El 28 de febrero de 1991 la junta gestora del Real Madrid destituyó a Wayne Brabender, después de caer en casa ante el Joventut en la ida de semifinales de la Copa Korac, y llamó a Pinedo, cuyo nombre, según parece, habían sugerido los propios jugadores del equipo. Veinte días después, el 20 de marzo, mientras dirigía al Madrid en el partido de ida de la final de dicha competición frente el Clear Cantù, Ignacio Pinedo sufrió un infarto de miocardio y entró en coma profundo. El 16 de agosto, de madrugada, falleció en la clínica madrileña en la que estaba ingresado desde entonces.
El Madrid no pudo dedicarle aquel título europeo. Perdió en la ida, el día del infarto, por 71-73, y el 77-79 de la vuelta llevó a una prórroga, al final de la cual los italianos volvieron a ganar por 95-93.