JULIO 27
Muere una estrella de los Celtics (1993)
7/27/2016 - 9:05 AM
Reggie Lewis (Baltimore, Maryland, 21/XI/1965) era el sexto hombre en el equipo del instituto Dunbar en su ciudad natal, uno de los mejores de la historia en su categoría. En su temporada júnior los Poets ganaron sus 29 partidos; en la sénior, aún mejor: 31-0. Con él, otros tres jugadores llegaron a la NBA: David Wingate, Reggie Williams y el pequeño Tyrone "Muggsy" Bogues. Después de eso, y antes de ser elegido por los Celtics en el puesto 22 del "draft" de 1987, Lewis se convirtió en el máximo anotador histórico de la universidad Northeastern de Boston: 2.708 puntos en cuatro años, en todos los cuales se clasificó para el torneo de la NCAA.
JUAN ANTONIO CASANOVA
El escolta se convirtió pronto en un ídolo, por sus virtudes dentro y fuera de la pista. En la temporada 91-92 fue, con 20,8 puntos por partido, el máximo anotador de un equipo en el que todavía figuraban estrellas como Larry Bird, Robert Parish y Kevin McHale. Ese año jugó el "All Star" y se convirtió en el único jugador de la historia del club que llegaba a 100 rebotes, 100 asistencias, 100 tapones y 100 recuperaciones en una temporada. Y al siguiente, ya sin Bird, otra vez el mejor, con idéntico promedio. Tenía 27 años y un espléndido porvenir por delante. Pero no habría ningún porvenir. El partido que había jugado el 29 de abril de 1993 (victoria por 112-101 ante Charlotte Hornets con 17 puntos suyos, en la apertura de la primera eliminatoria de los playoffs, que los Celtics acabarían perdiendo por 1-3) iba a ser el último de su carrera.
Aquel día sufrió un colapso en pleno partido y no regresó a la pista. Un panel de once prestigiosos especialistas le diagnosticó una arritmia cardíaca especialmente grave y la aconsejó que no volviera a jugar. Pero aunque Reggie explicó que en aquel momento se acordó de Hank Gathers (estrella de la universidad de Loyola Marymount fallecido tres años antes en parecidas circunstancias) pidió una segunda opinión médica, que redujo la cuestión a un problema nervioso que no le impediría seguir su carrera.
Tras no pocas dudas, Reggie Lewis había decidido continuar. Pero el 27 de julio, cuando estaba lanzando unos tiros en la universidad de Brandeis, en Boston, se desplomó. Los testigos dijeron que no respiraba y no tenía pulso y los médicos diagnosticaron una parada cardíaca completa. Dos horas y media después, a las 7 y media de la tarde, certificaron su muerte.