JUNIO 4
La Liga es para el TDK Manresa (1998)
6/4/2016 - 9:26 AM
El campeón más sorprendente en la historia de la Liga española es el TDK Manresa 1997-98. Tenía el cuarto presupuesto más bajo y acabó la primera fase en la sexta posición, pero en los playoffs se cargó al tercero (Adecco Estudiantes), al segundo (Real Madrid) y al primero (Tau) para ser el cuarto equipo que conseguía el título, el primero después de los tres grandes clásicos.
JUAN ANTONIO CASANOVA
En el banquillo estaba un técnico debutante, Luis Casimiro, y en la pista un base con toda la experiencia del mundo, “Chichi” Creus, un líder de 41 años. Tampoco eran unos niños dos de los tres extranjeros, Sallier y Alston, que formaban la pareja interior. El otro, Jones, alero, acababa de llegar. El club, obligado siempre a apretarse el cinturón, solía firmar contratos con un fijo bajo y premios por logros deportivos. Nadie contaba con ganar la Liga, aunque dos años antes, en otra temporada excepcional, el TDK ya había sido semifinalista y había ganado la Copa del Rey.
Como sexto clasificado, el equipo manresano tenía desventaja de pista en todas las eliminatorias de los playoffs, pero a todas les dio la vuelta para decidir en el Nou Congost, donde ganó cinco de los seis partidos, sin necesidad de llegar nunca al quinto. En cuartos de final empezó perdiendo en la pista del Adecco Estudiantes (99-87), pero luego enhebró tres victorias consecutivas: 85-87, 80-66, 94-84. Madrid se le daba bien y ante el Real aún le fue mejor: ganó allí dos veces (67-87, 77-80). Luego, la única derrota en casa (79-84) no impidió la histórica clasificación para la final con un 95-82.
En la última ronda hubo reparto de triunfos en Vitoria (83-95, 75-67), de manera que el TDK podía decidir en su pista, donde un 64-62 le dejó a un paso del título.
Y el jueves 4 de junio no desaprovechó la gran oportunidad de una historia que había comenzado 69 años antes, el 18 de agosto de 1929, fecha del primer partido de baloncesto en la ciudad, que enfrentó a un equipo rojo y a otro blanco. En sus dos victorias anteriores en la final el TDK había tenido que remontar 13 y 17 puntos. En esta fueron “sólo” 10 (24-34). En el descanso eran aún 7 (31-38), pero dio la vuelta al marcador con cuatro triples seguidos (6/6 en la segunda parte) y el 60-60 fue el último empate. Creus (17 puntos, por 14 de Capdevila y Alston) sentenció con dos tiros libres a 6s del final. Un 77-75 consumaba la enorme sorpresa.