366 HISTORIAS - 11 junio
El triunfo más grande fue inútil (1979)
6/11/2016 - 12:14 PM
“El triunfo más grande de la historia”. Así titulamos en “La Vanguardia” la crónica del partido que la selección española ganó por 101-90 a la URSS en la primera fase del Campeonato de Europa de 1979.
JUAN ANTONIO CASANOVA
Un domingo para la historia aquel 10 de junio en la bellísima Siena, que repetía, corregido y aumentado en una auténtica exhibición de
baloncesto, el que el equipo de Antonio Díaz Miguel había logrado ante el mismo rival seis años antes (ver 4/X) en el Europeo de Barcelona.
Los soviéticos tenían un equipazo. No ya, como en épocas anteriores, por su enorme superioridad física, sino por la calidad técnica de muchos jugadores: Eremin, Sergei Belov, Myskhin… Aunque quien daba más miedo –sí, miedo- era Tkachenko, un muro de 2,20 m. al que normalmente resultaba imposible contener. ¿Imposible? Para Juan Domingo de la Cruz, que medía casi 20 cm. menos y debía de pesar como 30 kilos menos que su rival directo, no había imposibles. El hispano-argentino del Barça, titular por sorpresa aquel día, como José Luis Llorente, que debutaba en la competición, jugó el partido de su vida. No sólo amargó a su rival directo en defensa, con muy buenas ayudas del resto del equipo, sino que le endosó 23 puntos, tres más de los que marcó el propio Tkachenko. España ganaba por 46-43 en el descanso y, devolviendo golpe por golpe, siempre estuvo delante después, con una ventaja máxima de 12 puntos (90-78).
“Con el público puesto en pie –reproduzco la crónica de entonces-, el final fue inenarrable, con todos los españoles, jugadores, técnicos y seguidores, abrazados en el Un detalle revelador de cómo cambian los tiempos: Díaz Miguel sólo hizo un cambio en todo el partido, el de Costa por Llorente a los 10m 17s del segundo tiempo. Jugaron Llorente (18), Brabender (18), Epi II (22), Santillana (24), De la Cruz (23) y Costa (2).
Con ambos equipos ya clasificados por sus triunfos anteriores frente a Bulgaria y Holanda, el partido contaba para la fase final, que comenzaba así con los mejores auspicios para la selección española, porque también Italia y Yugoslavia perdieron aquel día. Pero en Turín todo salió al revés: cuatro derrotas, la que más por 8 puntos, incluido el robo ante Italia (ver 15/VI), y España acabó sexta. Y la URSS, campeona.
Batió en la final por 98-76, con 29 puntos de Tkachenko, a Israel, la revelación con Berkovitz como MVP.