JUNIO 10
Aíto se va del Barça (2002)
6/10/2016 - 9:47 AM
Alejandro García Reneses (Madrid, 20/(XII/1946), Aíto para todo el mundo, es el entrenador que ha dirigido más partidos en la ACB y el que en esta época ha ganado más Ligas (9) y más Copas (5), aunque los récords absolutos (12 y 11 respectivamente) están en poder de Pedro Ferrándiz.
JUAN ANTONIO CASANOVA
Excepto la última Copa (la del 2008 con el Joventut, en su segunda etapa en Badalona, durante la cual ganó también una Eurocopa y una Copa ULEB), todos esos títulos, más dos Copas Korac y una Recopa, los consiguió Aíto en el banquillo del FC Barcelona. Un historial brillantísimo, con un único pero importante lunar: llevó al equipo a seis “final four” de la Copa de Europa y en ninguna de ellas consiguió el título.
El Barcelona, al que llegó con 22 años, había sido el segundo, tras el Estudiantes, de cuya cantera salió, y último equipo de Aíto como jugador, un base cerebral, pero lento y con mal tiro (la definición es suya), internacional júnior, que compaginó su última temporada en las pistas, la 72-73, con el debut en un banquillo, el del modesto Esparreguera. En la siguiente ya ejercía en la élite, en el Círcol Catòlic de Badalona, que en 1976 adoptó el nombre de su nuevo patrocinador, Cotonificio, compaginando este cargo con el de seleccionador juvenil y luego júnior. En 1979 llegó a las semifinales de la Copa Korac.
En 1983 fichó por el Joventut y dos años después se fue al Barça, en un fichaje rocambolesco que la afición verdinegro no le perdonó hasta después de su regreso, cuando revitalizó al equipo dando mucha cancha a los jóvenes, encabezados por Rudy Fernández y Ricky Rubio. Su segunda llegada a la Penya se produjo el 10 de junio del 2002, tras un año sabático y justo doce meses después, día por día, de su salida del Barcelona, con la que ponía fin (“con la cabeza muy alta: la cantera se ha consolidado, el plantel de técnicos y jugadores ha mejorado y hemos ganado muchos más títulos que hasta ahora”, declaró) a una vinculación de dieciséis años ininterrumpidos, quince de ellos en el banquillo. Una larguísima etapa en la que mandó mucho, hizo grandes a bastantes jugadores y no se entendió con alguno. Ni con Maljkovic. También parte del público del Palau, que con él volvió a llenarse, estaba en su contra. Pero el paso del tiempo sitúa en su justa medida su enorme aportación al baloncesto, que ha seguido engrosando en el Unicaja, el Cajasol y el Herbalife Gran Canaria, al que este año ha llevado hasta la final de la Copa del Rey.