MAYO 3
LeBron James, MVP por cuarta vez (2013)
5/3/2016 - 9:33 AM
Discutir quién ha sido el mejor jugador de la historia del baloncesto es un debate inútil. ¿Cómo comparar épocas distintas para decidir si Jordan superó a Russell y a Chamberlain si aún no estamos de acuerdo en cuál de estos dos pívots era el número 1 en su puesto?
JUAN ANTONIO CASANOVA
De lo que no hay duda es que el mejor jugador de los tiempos más recientes, hasta la explosión de Stephen Curry, es LeBron James (Akron, Ohio, 30/XII/1984). El 3 de mayo del 2013 el alero de Miami Heat fue elegido MVP de la NBA por cuarta vez en cinco años. Derrick Rose impidió el pleno en el 2011.
Cuando a Cleveland Cavaliers le tocó la lotería (literalmente) y pudo elegirle en el primer puesto del “draft” del 2003 LeBron tenía sólo 18 años, pero hacía ya tiempo que se sabía que iba a ser una gran estrella y Nike le pagó 90 millones de dólares. Ya en la segunda de sus cuatro temporadas en el instituto St. Vincent-St. Mary se planteó entrar en la NBA. Su impacto fue inmediato. Fue el debutante del año más joven de la historia y también, sucesivamente, el más joven en llegar a 10.000, 15.000 y 20.000 puntos y en marcar 50 en un partido. Un alero completísimo de 2,03 m., capaz de dominar todas las facetas del juego (en sus trece primeras temporadas en la liga promedia 27,2 puntos, 7,2 rebotes y 6,9 asistencias) con un físico imponente. “El rey” o “El elegido”, como tituló “Sports Illustrated” wn una célebre portada.
Al final de su primera temporada como profesional representó a EE.UU. en los JJ.OO.'04 de Atenas, con un papel muy secundario (5,4 puntos por partido) en una actuación global decepcionante saldada con la medalla de bronce, que se repitió en el Mundial dos años después (14,1 p.). En Pekín’08 (15,5 p.) y Londres’12 (13,3 p.) se tomó el desquite con el oro.
Pero es en el estilo de la NBA, más que en el de la FIBA, donde LeBron puede expresarse al máximo. En la temporada 2007-08 fue el máximo anotador, con 30 puntos exactos por partido. En el 2010, cuando fue MVP de la liga por segundo año consecutivo, vencía su segundo contrato con los Cavaliers y su destino fue objeto de un debate nacional, que se había iniciado dos años antes. Cuando anunció que se iba a Miami se convirtió en el personaje más odiado en Ohio. Pero los hechos demostraron que no se había equivocado. En su primera campaña en los Heat llegó a la final. En la segunda (2011-12) fue por primera vez campeón de la NBA. Y en la tercera repitió título. En ambos casos fue el MVP de la final. En el 2014 volvió a los Cavaliers. Nunca se ha perdido un partido de playoff y esta temporada podría ser la sexta consecutiva en que disputa la final, algo que no ha conseguido nadie después de los integrantes de los míticos Celtics de los años sesenta.